Shim ChangMin odiaba los apodos, los sobrenombres, sin embargo tuvo que soportarlos cuando sorpresiva y abruptamente se convirtió en una estrella. Pero lo que ChangMin no toleraría jamás, eran los jodidos diminutivos de su nombre, ya fuera artístico o verdadero.
Joder, que sus adorados padres y futuros productores se
quebraron muchísimo la cabeza pensando en cómo llamarlo cómo para que cualquier
fulano viniera y le denominara “Min” en lugar de ChangMin. Todo por su maldita
flojera y aunque esos fulanos fueran sus amigos—casi familia a los que quería inmensamente aunque
no lo dijera nunca—, no lo consentiría.
Ja—más.
¡¿Eh?!
—ChangMinie—llamó YunHo desde la cocina—cómo hace un rato
no estabas no te pregunte pero, ¿está bien helado de vainilla, verdad?
ChangMin no dijo nada, atravesó la cocina e introdujo su
cuchara en el pequeño recipiente.
YunHo sonrió, JunSu JaeJoong y YooChun sólo levantaron las
cejas mirándose entre si.
¿Por qué ChangMin decía cosas que luego no iba a cumplir?
—Perdiste.
ChangMin se había acabado ya su helado, sin embargo seguía
escarbando en el vaso en busca de más. YunHo se había ido a dormir y sus tres
hyungs restantes lo habían acorralado.
—Bien, ¿qué tengo que hacer? —cuestionó con fastidio.
YooChun bufó entre molesto y sorprendido.
— ¿Cómo puede ser que no te importe para nada perder? —recibió
cómo respuesta únicamente una mirada desinteresada de parte de Shim—bien, cómo
sea. Debes de decirle a YunHo que es sexy, pero no de forma burlona.
—Tiene que sonar sincero—refutó JunSu, el único que no
parecía enojado por el hecho de que ChangMin no se hubiera esforzado por
cumplir la apuesta que apenas esa mañana hicieron.
—Incómodamente sincero—dijo JaeJoong, cruzando los brazos.
—Bien—ChangMin se levantó del sofá, tiró el vaso a la basura
y se fue a su habitación—lo haré mañana.
Sus tres hyuns se quedaron en la sala un rato, murmurando
palabras despectivas hacía el menor de todos.
YooChun repartía los hot cakes en cinco platos, JunSu
servía la leche, ChangMin abría la mermelada, la lechera, y preparaba pequeños
trozos de fruta de los cuales YunHo robaba tres de cinco. JaeJoong sólo estaba
allí, enviando miradas impacientes hacía Shim.
“Dilo ya”, formó
con sus labios, y aunque parecía molesto ChangMin sabía que estaba ansiando ver
la escenita y reírse un buen rato.
Bajó la mirada, esperó a que YunHo introdujera la mitad de
una gran fresa a su boca para comenzar.
—Hyung…—murmuró, casi tímido. La cocina se quedó en
silencio, el sonido de la leche vertiéndose en vasos se apagó. —YunHo-hyung.
YunHo tenía uno de sus dedos sobre la mitad faltante de la
fresa, la empujó por completo dentro de su boca.
— ¿Si, ChangMinie?
YooChun se mordió los labios, JunSu bajó la cara y
JaeJoong casi se ríe.
—Te amo YunHo.
Ahora el sonido de un vaso de leche vertiéndose sobre la
mesa se escuchó, y tres risas murieron prematuramente.
—Oh—YunHo no lucía sorprendido, asustado o nervioso.
Se levantó, tomó un plato con tres hot cakes encimados,
vertió mermelada y tres grandes fresas sobre ellos, los puso enfrente de
ChangMin, y sonrió.
Luego de eso, el desayuno continuó sin más contratiempos
que tres pares de ojos nerviosos y tres bocas apretadas, guardándose un montón
de interrogantes.
—ChangMinie—YunHo le llamó, acercándose.
Luego del desayuno ChangMin evitó al trio de locos para evadir
preguntas y YunHo le invitó a jugar videojuegos en su x-box.
Era la primera palabra que alguno de los dos decía luego
de cuatro horas de teclear botones circulares cómo locos.
— ¿Si?
ChangMin pensó que al fin había llegado su momento, pero
los ojos de YunHo borraron el tinte perdido que tenían y sus labios mostraron
una sonrisa despreocupada.
— ¿Qué dices si probamos otro juego?
Asintió, ligeramente decepcionado.
Pasaron cuatro meses, en los que las palabras dichas por
su boca no significaron nada.
Y el trio de chiflados se había mantenido únicamente al
margen, dejando de burlarse de la situación cuando pillaron que era
completamente real, fue entonces que apartaron sus narices del asunto, dejando
a los enamorados seguir con sus dilemas silenciosos.
ChangMin dejó de ir de juerga con sus tres hyungs, y se
unió al ritual solitario que YunHo llevaba a cabo desde hacía tres años.
Ver películas que sus amigos le había recomendado desde
muchísimo tiempo atrás, mientras comía sandía empapada en chile.
Nadie hablaba durante esas dos horas.
ChangMin tuvo que aceptar que su relación comenzaba a
tornarse casi muda, pero no había nada por lo que quejarse, ya que YunHo no se
sentía incomodo cuando inevitablemente en alguna escena intensa de alguna
película de terror, su mano por instinto buscaba la de ChangMin para
estrujarla, sin mirarlo siquiera.
Pero ChangMin sabía que una vez hecho el agarre, no
terminaría hasta que la película diera fin.
Pasaron dos meses más.
ChangMin había esperado que YunHo diera fin a ese círculo lleno
de rodeos en el que por sí solos se habían metido.
Pero no.
Lo que Jung comenzó a hacer fue dejar de verlo a los ojos
las pocas veces que hablaban, dejar de poner sus películas “por ver” en lugares dónde ChangMin podía notarlas cada vez que
rondaba por la casa.
Y comenzó a salir a esos clubs poco sanos con JaeJoong,
YooChun y JunSu.
ChangMin sabía lo que había ahí, y no le hizo gracia.
Pero no dijo nada, podía soportarlo.
Lo que no podía soportar es no tener ganas de ir con los
cuatro, quedarse a esperar y recibir a un YunHo ebrio, lleno de perfumes de
diferentes fragancias, en lugar del guapo y aseado casanova que atravesó la
puerta cuatro horas antes.
Se ofrecía a cuidarlo hasta que se durmiera, los tres
chiflados arribaban a sus alcobas, completamente lúcidos, acostumbrados ya al
ambiente y al alcohol.
Una de esas noches, YunHo dijo lo que ChangMin había
estado esperando.
— ¿Por qué me amas, ChangMinie? —balbuceó Jung, sin verlo
a los ojos y jugando con el primer botón desabrochado de su camisa.
—No lo sé, ¿por qué será?
YunHo lo miró por fin directamente, con un semblante
infantilmente enojado.
— ¿No lo sabes?
—No.
Jung hizo un sonido gracioso con sus labios, se los
mordió, y susurró, cómo si no quisiera que ChangMin escuchara.
—Yo si sé porque te amo.
ChangMin ignoró los latidos malditamente rápidos de su
corazón y se removió en su lugar.
—Pero, si sé cómo me di cuenta.
YunHo volvió a depositar su mirada pacífica y café sobre
ChangMin, interesado.
—Porque nunca me ha molestado que me llames de otra forma
que no sea mi nombre.
Y antes de que YunHo respondiera cualquier cosa, ChangMin
se precipitó y con ayuda de uno de sus brazos chocó sus labios contra los de
YunHo.
No había nada intenso allí, el beso sabía a un alcohol
asquerosamente barato y pudo saborear un brillo de labios de mujer sobre el
bonito arco del labio superior de Jung.
Al sentirlo puso una mano detrás de la cabeza del mayor,
acercándolo más.
No iba a meter su lengua dentro de la boca de YunHo, no
deseaba hacerlo si dentro aún eran visibles marcas de otras bocas, otros labios
de seres ajenos.
Terminó el besó, se alejó, cerró la puerta y dejó a su
hyung dormir.
Porque
nunca me ha molestado que me llames de otra forma que no sea mi nombre.
YunHo no hacia un diminutivo con su nombre, YunHo creaba
uno más grande y “adorable”.
Y bueno, mandando al carajo los nombres, no importaba el
cómo YunHo lo llamará, realmente no importaba.
— ¿Quieres ver una película? —preguntó el mayor, escabulléndose
a su lado en el sillón, lo más cerca posible, ChangMin se acomodó y pasó un
brazo por detrás de la cabeza de Jung.
JaeJoong, JunSu y YooChun ya habían cerrado la puerta, en
busca de muchachas bonitas con pantorrillas gruesas y labios frondosos.
ChangMin sonrió.
—Si.
Aún sabiendo que apenas la película comenzara, lo único
que vería serían los parpados de YunHo cerrados, mientras sus labios estaban
sobre los suyos.
Rápidamente pasaron los años, mas los sentimientos de
ChangMin seguían creciendo, los tres hyungs chiflados se habían ido, pero no su
amistad.
Así cómo tampoco su amor por los videojuegos, iba por el
último nivel de su nueva adquisición cuándo la puerta principal sonó.
ChangMin de inmediato apagó la consola y la televisión,
llevando una mano al bolsillo de sus pantalones que no estaba vacío.
YunHo se quedó parado a un lado del sofá, sonriéndole,
ChangMin lo jaló de la muñeca izquierda y lo tumbó a su lado, lo más
humanamente posible, cómo era su costumbre.
Jung iba a decir algo, pero ChangMin se apresuró, sacó la
sortija de su bolsillo y la deslizó discretamente por el dedo índice de la mano
derecha de YunHo.
No dijo absolutamente nada.
—ChangMinie, mi amor…—y entonces se dio cuenta de que ya
tampoco le parecían tontos los motes cariñosos.
Por lo menos no los que vengan de los labios y siendo
creados por Jung YunHo, exclusivamente para él.
YunHo se volcó sobre él, abrazándolo, ChangMin colocó
ambas palmas sobre la amplia espalda del mayor, haciendo pequeños círculos con
su pulgar.
Antes de que YunHo se separará le besó la curva de su
cuello, justo enmedio.
Jung le regaló una sonrisa tímida y le besó en los labios
por sólo un segundo.
Vieron una película después, y si alguien le preguntara a
ChangMin que tal estaba, él diría con una mirada lujuriosa que muy muy bien.
Aunque él estuviera hablando de otra cosa que en realidad
era una persona, la cuál en menos de dos meses se convertiría en su esposo.
Y cuyas piernas habían estado alrededor de su cintura
durante toda la película.
Por Que changmin aceptaria solo los sobrenombres de Yunho De Shim xD !!! Fascinant ♥ !!!
ResponderEliminarHay Mas oneshot Unni , Continua tus fanfics por fis , ♥ !!!!!!! Las AMo ;-;
ResponderEliminarfdSSASdsdsSSDD ;0; hace un buen que no entraba a tu blog ..
ResponderEliminary ahora me encuentro con esto.
me gusta mucho la forma de como escribes ^___
es una linda historia hominesCa
-taldeo intenso-
ResponderEliminarFascinante, solo eso
Graciaas Rie -le lanza corazones gheis-
<3~~