jueves, febrero 02, 2012

Get Out

No apto para corazones débiles. Según yo.






Yo solía amarte.

JaeJoong marca aquel número que se sabe de memoria, aquel que no estaba registrado en su celular por seguridad, y aquel que era al que más llamaba.

Un par de segundos después, escucha una respiración. Y luego una voz más que conocida.

— ¿Si?

La voz de YunHo en lugar de darle confort lo descoloca. YunHo no se ha memorizado el número de su celular, a pesar de que se han estado llamando continuamente. YunHo tampoco lo registró. Y no es capaz de recordarlo.
 
Traga un poco toda la tensión que se ha acumulado en su boca y habla.

—YunHo, soy Jae.

Siente al menor tensarse, aún sin verlo, escuchando solo el leve estertor.
JaeJoong conocía a YunHo más incluso que a sí mismo.

—Hola, ¿cómo has estado?, ¿hoy es tu día libre?

El tono de la voz de YunHo no ayuda y lo que dice tampoco.

Lo saludaba como si no estuviera lo suficientemente inmiscuido en su vida, y JaeJoong bien recordaba que una vez le había comentado que los sábados era su día libre.
 
Se obliga a olvidarse de ese detalle y suspira, mordiéndose el labio inferior.

— ¿No puedes salir?, vayamos a algún lado.

En los últimos seis meses habían salido solo en cuatro ocasiones, y lograban verse por mucho seis horas.

En esas cuatro veces fue JaeJoong quien llamó a YunHo, y YunHo el que cedió.

—Lo siento. Hoy no.

JaeJoong cierra el puño, con fuerza, conteniéndose a gritar, a maldecir. Podía ver a YunHo mentalmente, apretando sus labios mientras se abrazaba el estomago.

Aquel YunHo al que amaba…

—Entiendo.

El silencio se hizo inevitable. JaeJoong no iba a colgar, él llamó. Él no sería el que colgaría.

—Te amo—la voz de YunHo dijo, con pena impresa.

Kim sintió inseguridad raspándole el corazón ante esa palabra.

—Claro. Yo también te amo.

—Vamos a vernos pronto, confía en mi ¿sí?

Yo solía confiar en ti.

—Sí.

Ya no confiaba en él.






 —Últimamente estás muy extraño—JaeJoong deja de acariciarle el pelo a YunHo, quien mece con una pajilla su malteada de chocolate.

—Estoy bien.

Kim se acerca al cuello del menor y aspira contra el, besando allí donde el pulso indicando vida palpita, alegre. Nervioso. Como si ocultara algo.

— ¿Cómo ha estado ChangMin?

Ante la pregunta YunHo tiembla.
 
Aunque JaeJoong sabe que no es la pregunta, es el nombre.

El nombre de quien alguna vez fue uno de sus mejores amigos.

—Bien.

—Hmm—responde simplemente, comenzando a besarle la clavícula, una de sus manos busca contacto con el trasero suave de YunHo, intentando meterse dentro de los ajustados pantalones.

—Jae, no…

—Me preocupan esos rumores YunHo.

JaeJoong detiene todas sus acciones, mirando fijo a YunHo y sentándose correctamente a su lado. YunHo no se ha dado cuenta de su descuido.

— ¿Cuáles? —el menor se arregla el suéter y el cabello, tratando de mirar correctamente a las pupilas insistentes de su amante.

—Esos que dicen que tú y ChangMin salen juntos.

YunHo baja la mirada, JaeJoong siente como si todo el aire de sus pulmones se esfumara. Quiere tomarle por el cuello y hacer que le mire, que le diga que no es cierto aún cuando sea verdad. Golpearlo y luego volver a amarlo, como en esas noches donde YunHo se deshacía en suspiros que decían su nombre, y él llenaba el cuerpo del menor con su esencia.

Donde solo existían ellos dos. Y nadie más.

—Yo no había escuchado nada sobre eso—miente.

Porque los ojos de YunHo no lo miran, y hace mucho que no sentía esa calidez de antes.

Hace mucho que se había dado cuenta, pero seguía siendo tan cobarde.

No se sentía capaz para soportarlo.

—Yo también tengo rumores, bueno…fanservice. Con YooChun.

JaeJoong ha querido provocar algo con aquel tipo de comentario.

Sorpresa. Incomodidad. Celos, sería lo mejor.

Alguna pista que le dijera que YunHo, que YunHo sentía aún algo por él que no era indiferencia.

— ¿Dices que estamos a mano? —la voz del menor trata de hacer sonar eso como a una broma, pero no lo logra. No está enojado, ni celoso.

En su voz no hay nada.
 
JaeJoong vuelve a sentir miedo, y se dice que sin importar el tiempo que tuvo para prepararse, este no había sido suficiente.

Nadie podía estar preparado para ver como una parte de si mismo se iba.

Kim se acerca, posa una mano en la cintura de YunHo y otra en su cuello. Lo besa, saboreando su interior infinito, su dulce miel, sabiendo que alguien diferente a él había comido de allí también no hace mucho.

—Te amo—dice, con un suspiro ahogado mientras vuelve a acariciar su lengua.

—Yo también—contesta YunHo quedamente.

—Eres el único para mí, y yo lo soy para ti.

Lo ha abrazado, escondiendo la cara en el cuello.
 
El cuello que ha recibido besos suyos y de otro.
 
JaeJoong siente que ese es su lugar en el mundo y su corazón se rompe al darse cuenta de que YunHo era incapaz de pensar igual que él, incapaz de verlo solo a él.

YunHo cierne las manos en sus hombros, suspira y asiente.

—Así es.

JaeJoong no puede creer que esté enamorado de alguien que miente tan mal hasta el último momento.






—Tengo que irme.

Levanta la mirada y le acaricia la mano por última vez.

Cuanto deseaba tenerlo de nuevo, escuchar de nuevo a su boca gemir mientras lo hacía suyo, pero tenía tanto miedo, tenia tanto miedo de que YunHo perdiera la cabeza y jadeara un nombre que no era suyo. No iba a arriesgarse.

Era un cobarde. Uno que no era demasiado fuerte.

Se levanta y le arregla el suéter al menor, escondiendo aquel chupetón reciente y desconocido por él de las miradas ajenas, diciéndose que ese sería su último favor hacia aquella persona que quería tanto.

Le sonríe, y le besa por última vez en los labios.

—Adiós.

Ensancha su sonrisa, YunHo se coloca una gorra y sale.






La noche ha caído sobre Seúl, YunHo seguramente se encontraba ya en su propio departamento, recibiendo caricias de aquel otro hombre.

JaeJoong ha estado allí por tres horas, sentado sobre aquel sillón mirando a nada, se había colocado justo en la parte que había sido calentada por el cuerpo de YunHo anteriormente, el leve aroma de la loción del menor seguía latente.

La copa de cristal con más de la mitad de la espesa malteada yace todavía allí. Tal y como YunHo la dejó.

JaeJoong saca su celular de la bolsa delantera de su pantalón, pasa levemente su dedo por el símbolo que indica mensajería. Comienza a escribir, con estupor marcado falsamente en el rostro.

“Lo sé todo. Y todo es todo, yo comencé esto y al parecer debo ser yo quien lo termine. Todo se acabo. Ahora se acabo”.

Lo envió, mientras el corazón le palpitaba como un loco.

Un simpático sonido del celular le indicó que la transferencia había sido un éxito.

Salió de la aplicación y sin poderlo evitar, admiró la foto que constituía su papel tapiz.

Era YunHo, sonriendo, cuando aún tenía sus hermosos dientes de niño que acentuaban aquel toque de ternura que a pesar de los años no había perdido.

Sonrió, tristemente, no sería capaz de sacar aquella imagen de su celular por mucho tiempo, quizás nunca. 

Esa había sido la primera foto que le había sacado luego de hacerse novios oficiales, luego de haberse declarado aquel “te amo” primerizo y sincero.

Suspiro, dejando el celular a un lado en el sillón.

Divisó entonces en la copa el chocolate líquido que el Jung abandonó.

Tomó entre las manos el recipiente y posó los labios sobre la pajilla, sorbió un poco, casi nada.

Tragó y sintió como si fuera realmente difícil hacerlo.

Tomó un sorbo más, poco a poco.

La malteada estaba realmente deliciosa, y pretendió no darse cuenta cuando las lágrimas silenciosas comenzaron a caer, manchando sus labios y otorgando al sabor dulzón del chocolate un gusto salado.

Cuando su celular sonó anunciando un nuevo mensaje, tiró el cojín sobre el aparato y siguió tragando la bebida.

No revisó el mensaje en toda la noche, ni durante el transcurso del día siguiente, aún cuando el solitario mensaje se había convertido en veinte de ellos, uno tras otro, tras otro. Además de llamadas que silenciaba apenas sonaba el ringtone.

No necesitaba más, otra maldita explicación sabor mentira.

4 comentarios:

  1. Me gusto! ... realmente escribes bien...

    hay que tener un poco de orgullo y el valor de decir adiós... sinceramente me ha gustado mucho, siempre he dicho que el amor no es ciego como dicen, por el contrario cuando se ama uno es más consciente de percibir las pequeñas mentiras o justificaciones, pero preferimos fingir que todo esta bien o escudarnos en esa pequeña oración "el amor es ciego o el que ama confía"... y son pocos quienes se tragan el dolor y cortan por lo sano...

    personalmente he vivido algo parecido, pero no soy de observar y callar o escuchar y sonreír, mucho menos de llorar y rogar...
    ¿quieres terminar? ok, todo bien... ahora puedes follarte a quien quieras sin remordimiento xD... y yo tmb... todo en buena onda y con una gran sonrisa, claro así por dentro le este cortando los testículos jaja... al final siempre se gana un amigo mas

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  2. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa hola .........me gusto mucho ...seguramente yunho engaña a mi bebo con changmin ....aish yo soy fan del yunjae ......aish seguire leyendo , me gusto mucho , escribes muy lindo ¡''''

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  3. T^T .. Yunnie engaña a Jaejoong .. T^T ,, Unni Por que siempre tienen que ser tan nostalgicos tus Yunjaes .. T^T ..Pero lo ame . Estubo lindo T_.T

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  4. Es mejor q Jae haya cortado.... Yunho no lo merecia, odio tanto la infedelidad, Yunho es un desgraciado... Gracias! Ya lo habia leido antes, solo q no se porq no habia comentado. Graciaassss!

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