martes, noviembre 22, 2011

Capítulo dos

— ¿Te vuelves ya, Hyung?

—Si, solo espero a que el manager termine de hablar con el director, ¿quieres que compre algo para cenar?

—No te preocupes por eso, ya estoy cocinando algo. Ramen y Kimchi, tus favoritos. Solo ocúpate de regresar bien ¿de acuerdo?

YunHo sonrió, desde que había comenzado a rodar el drama ChangMin cuidaba más de él, a pesar de que su participación era solo un cameo.

—Muchísimas gracias ChangMinie, estaré allá lo más pronto posible. Nos vemos.

—Bye.

Miró el teléfono sin poder borrar su sonrisa. 

Debido a que ahora eran solo ellos dos, su relación con ChangMin se había estrechado hasta un punto inimaginable, la confianza que creyó ya tan amplia al punto de no poder crecer más, acrecentó. Se sentía tan bien tener a ChangMin para si, y que ChangMin lo tuviera a él.

—Vaya, vaya, vaya, así que Jung YunHo no pierde el tiempo ¿eh?, ¿ahora te comes a tu maknae, YunHo?—la mano de SiWon sobre su hombro. Todo se congeló.

Ni siquiera podía voltearse y fingir que nada pasaba, porque algo ocurría. Oh si.

Porque aquella mano le revolvía todo, todo lo que estuvo repitiéndose durante años "Solo fue sexo, no importa tanto. No es nada…" para SiWon no era nada, pero para YunHo, para el inocente, torpe y virgen Jung YunHo lo había sido todo. Porque Choi SiWon había sido su primero sin saberlo, porque el poder del primer dueño de los gemidos de su garganta allí estaba, martirizándolo.

—Eso no es de tu incumbencia—replicó alejándose un paso, abandonando el simple y sofocante tacto.

—Pues si, tienes razón, no es mi asunto pero—SiWon le miró fijamente, luego sonrió— ¿te invitó a comer?—y a pesar de que lo había dicho a modo de pregunta ya se encontraba jalándole del brazo, llevándolo a su camioneta personal.

— ¡Vuelvo enseguida  Hyung!—alcanzó a decir al manager antes de que Choi lo aventara dentro del vehículo.

—Vamos a mi restaurante favorito—indicó el otro arrancando el motor.

—Si—asintió YunHo, recordando sin proponérselo.

Un restaurante italiano ubicado en el centro de la ciudad era su destino, el favorito de SiWon desde siempre.



—Bienvenidos—un joven de complexión delicada y melena profundamente negra y abundante los recibió, ejecutando una reverencia a ambos y chocando levemente la mirada con la de YunHo, quien le sonrió recibiendo una respuesta igual— ¿mesa para dos?

—Claro, ¿acaso ves a alguien más?

—Por favor, ignóralo. Mesa para dos por favor—corrigió YunHo amablemente, colocando dos dedos en los labios del Choi y arrepintiéndose tan rápido como se dio cuenta de los buenos reflejos de su cuerpo. Los labios rosas y delgados eran suaves como el terciopelo y yacían húmedos, consecuencia segura de la lengua juguetona del menor refrescándolos. Trató de disimular y bajó el brazo, ampliando la sonrisa que dirigía al joven mesero.

—Síganme por favor—indicó el chico, paseando disimuladamente su mirada sobre el cuerpo del Jung.

Les asignó una mesa algo alejada de todas las demás, junto a una enorme ventana que dejaba ver el exterior del lugar adornado al estilo italiano.

— ¿Les tomo la orden?

—Un whisky y la recomendación de la casa para dos, YunHo, vino ¿cierto?

Presintió que si abría la boca y trataba de decir "Si", no tendría éxito alguno.

El que SiWon luego de tanto tiempo recordara que amaba el vino...le azotó cálidamente el corazón. Se sintió como si fueran una pareja de años, que sabían todo uno del otro. 

Asintió.

—Enseguida—el joven apuntó el pedido y se alejó, sonriendo hacía YunHo como demandando ver de nuevo su sonrisa a modo de respuesta. YunHo le correspondió, algo aturdido.

—Creo que le gustas—soltó Choi mirando al mesero caminar hacia la cocina.

— ¿Eh?, ¿de que hablas?

—Tú tienes ese no se que... ¿sabias que antes de ti solo me gustaban las chicas?, tú eres el maldito que me hizo caer. Lo bueno es que logre levantarme.

YunHo ya ni siquiera se sentía ofendido, había escuchado esas palabras muchas veces ya. 

"Por tú puta culpa me volví así", "de no ser por ti tendría una chica para cada día de la semana".

Choi SiWon lo culpaba de su desorientada sexualidad.

—No sigas, y eso de levantarte...luego de eso volviste a caer—perdió la mirada en el colgante que llevaba al cuello el menor— ¿es lo que te regale?

Choi se lo quitó y lo colocó en la mano del Jung, sin tocar su piel. Dócilmente.

—Quería devolvértelo, me lo compraste cuando no tenías ni para comer, dime ¿sigues siendo tan estúpido?

YunHo envolvió en sus dedos el sencillo pero bonito colgante que mostraba una paloma ensangrentada, entrelazada con un corazón marchito. 

Era de plata, hermoso en si. Ahora que lo veía le parecía perfecto, pero esa tarde años antes cuando lo compró, no le había gustado en realidad. Pero era lo único decente que su presupuesto podía pagar en ese instante, ese instante en que se enteró por medio de sus compañeros que el desgraciado de Choi SiWon cumplía años y que no le había dicho a él. 

Solo a él.

—Quédatelo—se lo tendió de nuevo—no tiene caso que yo lo conserve.

Para sorpresa de YunHo, SiWon se lo colocó sin objetar nada, el mesero llegó colocando las bebidas y platillos en la mesa.


—Buen provecho.


—Gracias.



Verlo sentado frente a él, cortando la carne con total parsimonia. Le hizo ver como lo veían los demás.

Como un precioso caballero de cuento.

— ¿Y bien?, ¿ChangMin te da o tú le das a él?, mas conociéndote puede incluso que se turnen ¿no?—bebió un sorbo de su whisky—tal y como lo hacíamos nosotros, pero a ti te gustaba más que te diera ¿cierto?

Los cubiertos cayeron de sus manos, provocando un leve y molesto sonido. Porque la mascara de Choi SiWon caía cuando estaba frente a él, convirtiéndolo en el ser despreciable que en verdad era.

—Ya te dije que eso no te incumbe.

— ¡Por dios YunHo!, una vez yo lamí tu culo, ¿que tiene de raro querer saber quien más se divierte allí?

Indignarse por que le hablara así sería patético, pero contestar a todas las preguntas informándole que nadie, absolutamente nadie lo había tocado después de él, lo era aún más.

— ¿Porque crees que es ChangMin?, ¿porque solo piensas que es un hombre?—intentó por desviarlo del tema, SiWon se metió un pedazo de carne a la boca.

—No te creo si ahora me dices que te has vuelto heterosexual—lo apuntó descaradamente con su cubierto, aún con la boca llena—te encantaba tener mi polla dentro, ¿como mierda vas a cambiar eso por una insípida mujer?, gemías como un puta cuando te tomaba, ninguna mujer te hará gemir así—concluyó, comenzando a cortar otro pedazo.

YunHo acomodó la servilleta en sus piernas, iniciando  apenas la separación en trozos de su gran fracción de carne.

—Tú solo piensas en sexo SiWon...

—El sexo es el pan de cada día—le sonrió. Como si lo que hubiera dicho fuera una oración común y corriente.

YunHo lamió sus labios, sintiendo perfectamente cuando su corazón aceleró el paso.

"El pan de cada día", SiWon ya tenía a alguien que lo reemplazaba.

¿Porque se sorprendía?, era obvio. El que Jung YunHo hubiera dejado de entregarse a él, no significaba que Choi no pudiera masacrar otros cuerpos.

—Sera para ti, yo prefiero el amor más que nada—se le escapó aquella cursilería. "El amor", ¿lo que sentía por SiWon era amor?

—Yo una tía caliente, mucha noche y una cama...aunque en ciertos casos la cama no es necesaria.

Se animó a alzar el rostro un poco más, a mirarlo de frente, a observar los anchos hombros escondidos en la camisa azul marino. Cuando veía al Choi SiWon del presente, no podía entender como siendo como era aún tenía preso su corazón luego de tanto tiempo. Suspiro discretamente y bebió un poco de su vino.

—SiWon, ¿cuantos niños quieres tener ahora?

YunHo notó el instante preciso en que los ojos negros del menor brillaron, envueltos en una emoción infantil y grande.

—Todavía quiero tener dos, un niño y una niña. La niña seria la menor, seria la nena consentida de papá—jugueteo con su cubierto—tendrían todo. Al niño le enseñaría...hapkido.

La sonrisa de YunHo se amplio, de a poco. Buscando en las pupilas el brillo tímido del anhelo.

— ¿Y les enseñaras a cantar?

—Por supuesto. Cantarían la canción que más me gusta "Impossible", ¿la recuerdas? sigue siendo mi canción favorita.


YunHo percibió que sus sonrisas congeniaban, cayendo en una nostalgia indescriptible.

No es que SiWon no lo amara, no es que SiWon no sintiera lo mismo que él.

Porque allí estaba, la razón por la que seguía tan enamorado de aquel hombre. La añoranza tan grande que el corazón de SiWon podía guardar, la pureza de sus deseos, el como sus ojos brillaban al hablar de lo que quería, de lo que lucharía por obtener.

— Y, ¿la niña se llamara SooYon?—cuestionó, con su sonrisa brillante y el vigoroso  corazón a medio desquebrajar—y el niño DakHo, ¿cierto?

—Si—y la sonrisa de Choi se separó de SiWon, sobrevoló la mesa y besó a la suya.

Era solo, que resultaba imposible. 

Por mucho, sin importar cuanto intentase, SiWon no sería suyo y él jamás seria de SiWon.


Porque hay cosas que simple y sencillamente, son imposibles.


Y ya.

3 comentarios:

  1. Para mi todo parece que Siwon simplemente no sabia mostrar sus sentimientos por Yunho o no sabia como demostrarle su amor, y sus celos se mostraban en las palabras ofensivas. Si el estar con Siwon es imposible para Yunho, que tal con Changminnie?, eso lo veo muy prometedor xDD OTLLLLL ya sabes, amo como esbribes baby~

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  2. waaa me encanto
    el homin si se ve mas prometedor
    ^^

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  3. Aww ,, Fue realmente encantador >_< ,
    aunque es cierto de que tal vez yun , no se pueda quedar con Siwon , por que ya tiene a changmin , y changmin oviamente mataria a siwon , si se enterase de lo ocurrido .
    :) , tiene un hermoso sueño siwon , aww me encanto !! ♥

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