Helado extra

¡Juro que yo no planeaba esto!, solo me dije "¿Porque no un extra de Helado o algo así?", y este fue el resultado de esa idea.

Espero que le guste a alguien, gracias por aguantar mis desvaríos mentales~~♥ 

Han pasado ya dos semanas desde que me reencontré con YunHo.

Me contó que antes de venir a mí, puso al tanto a su mamá de todo, pues esta había comenzado a presentarle varias chicas de alta sociedad, lindas y agradables. Para casarse y tener hijos, y ser feliz.

—Entonces no debiste venir a buscarme—le provoque. Siempre lo mismo, yo decía algo cruel que me lastimaba incluso a mi, solo para escuchar lo que su dulce boca diría.

—Idiota, yo no puedo ser feliz sin ti—se lanzó contra mi, haciéndome probar el océano dentro de su boca.

Mi YunHo y yo, ahora vivíamos de nuevo juntos, y recibíamos también las visitas usuales de su madre. Me entere por medio de JiHee Jung que el padre de YunHo había muerto desde hacia cuatro años.

YunHo no lloró frente a su madre cuando ella se lo contó hace ya tres años, y me asuste de que tampoco llorara frente a mi ahora que yo lo sabia y podía consolarlo, pero en cuanto nos encontramos solos de nuevo, recargó la cabeza en mi hombro y tomó mi mano, escondiendo los ojos detrás de su cortina de cabellos negros.

—Era un fantástico hombre, ¿verdad?—susurró—él no merecía a un hijo como yo.

—Era un hombre tan fantástico, que de seguro estaba contento de tener a un hijo como tú—asegure estrujando más su mano—un hijo que luchó por su felicidad sin importar el que.

—Ya...—sollozó un poco, su nuca comenzó a sentirse caliente— ¿me amaba tanto como para pensar así?

—Te amó lo suficiente como para no ir a buscarte, te amó tanto que te dejó vivir como quisiste. Porque quería tu felicidad.

Se volteo con suavidad, mostrándome su rostro roto de lagrimas silenciosas, se acercó a mis labios y los besó, transmitiéndome su tan amaba sal. Suspiró contra mí, exigiendo que lo abrazara.

—Ojala tengas razón—luego, cayó dormido.

Y no despertó hasta pasadas las doce de la mañana.

Cuando el teléfono sonó, YunHo seguía durmiendo, con su pacifico y triste rostro.

Llegue hasta el aparato y lo descolgué, siendo recibido por una voz conocida.

— ¿ChangMin?, soy JiHee—me sentí nervioso de momento, no estaba acostumbrado del todo a tratar tan familiarmente a mi suegra.

—Buenos días señora, YunHo aún esta durmiendo ¿quiere que...?

—¡Oh!, no no no, yo quiero hablar contigo—me confundí, ¿acaso quería reclamarme algo? o, ¿seria el típico "cuida bien de mi retoño, que me ha costado mucho traerlo al mundo"?—¿mi Yunnie lloró ayer?, y ¡por favor chico!, llámame "mamá", que eres ahora como un hijo para mi, eres una parte de YunHo, formas parte de su corazón y por ello formas parte del mío.

Una cálida sensación me envolvió, aquella mujer era realmente la madre de YunHo, aquella criatura había criado a mi YunHo de forma que yo quedara irremediablemente enamorado de él. La confianza creció en mí con solo esas pocas de sus palabras.

—Mamá...gracias, sienta muy bien—una risita se oyó del otro lado de la línea—si, YunHo lloró ayer ¿porque pregunta?

— ¡Dios!, ya me has dicho "mamá" pero me sigues hablando de "usted", ¿te diste cuenta?—me coloree por completo, la madre de mi esposo era tan extrovertida como él—bueno esta bien, no puedo pedirte que te acostumbres tan rápido—una risa más—estaba interesada en saber, porque veras, cuando le dije a Yunnie lo de su padre hace ya tres años, no lloró ni una vez, tampoco en sus ojos se notó la tristeza. Pienso que el dolor de no tenerte cerca fue tan grande, que le nubló la posibilidad de sufrir por alguna otra cosa. Yo...me alegro de que haya llorado, solo ha podido hacerlo porque tú estás a su lado, ¿sabes?, mi Yunnie nunca ha llorado frente a nadie que no seas tú. Ni siquiera frente a mi lo ha hecho.

Me quede en silencio, Jung JiHee me estaba diciendo que Jung YunHo, mi YunHo no había llorado nunca frente a nadie que no fuera yo. Para mi YunHo era un llorón de primera, cursi y tonto. Yo ya lo había visto llorar un montón de veces y creí que él era así; sensible frente a todos. Me sentí...

—Eres especial ChangMin—sentenció—por favor no dañes a mi hijo, no lo dejes.

—Señora...mamá, no podría aunque quisiera—adivine una sonrisa en su rostro.

—Muchas gracias, no sabes cuanto confió en ti—ahora era yo el que sonreía, feliz de que la madre de mi esposo me aceptara por completo—le dices a YunHo que los voy a visitar la próxima semana ¿vale?, cuídate mucho querido.

—Hasta luego madre—colgué, presa de una satisfacción enorme.

—El único...—de alguna manera, me sentía el único con un lugar privilegiado en el corazón de Jung YunHo.

—ChangMinie—una voz adormilada me llamó, voltee y YunHo se restregaba los ojos mientras arrastraba una cobija, que le cubría de la cintura hacia abajo—buenos días.

—Buenos días amor—me acerque, alejando el flequillo de su frente para besarla—¿como dormiste?

—Bien, gracias—sonrió, tan brillante aunque apenas se levantaba— ¿y tú?

—Genial—sostuve su cintura y restregué mi nariz contra su cuello, comenzando a moverme como si estuviera bailando alguna canción lenta, YunHo me siguió el ritmo, divertido con mi acción.

— ¿Alguien esta de buen humor?—bromeo, rodeándome el cuello y dejando caer la cobija de ositos que llevaba sobre la piyama blanca.

—Siempre estoy de buen humor cuando te veo.

Se detuvo de golpe, tomó con sus manos mis dos mejillas y me miró directo a la cara, poniendo su rostro de sospecha.

— ¿Porque mi Shim ChangMin se puso dulce desde tan temprano?

— ¿Temprano?, son las doce y media dormilón—señale el reloj detrás de él con un movimiento de los ojos, él volteo levemente corroborando la hora.

—Pero tú, usualmente tus ganas de ser dulce vienen después de las cuatro—continuo, sospechando de mi actitud.

—Los horarios son mierda—bese su nariz, quedándome así por al menos un minuto—Yunnie, ¿quieres hacerlo?

Hacia mucho tiempo que no le hablaba de forma sucia. Nos habíamos acostumbrado a dejarnos llevar y no a hablar cuando ambos queríamos sentirnos, sin embargo mis labios se habían movido solos y una de mis manos se encontraba ya debajo de la pulcra camisa de seda, acariciando su plano estomago, pintando círculos en su ombligo.

—ChangMinie—dejó escapar un jadeo anticipado, sintiendo mi mano bajar el resorte de su pantalón, bese su barbilla mientras él hacia el rostro hacia atrás—no preguntes, por favor.

—De acuerdo—deposite un par de besos húmedos en su barbilla, sacando mi lengua para rozar el contorno de sus gruesos labios, mis manos habían bajado ya el pantalón, el cual estaba en el suelo.

Lo más cercano era la pared, así que empuje a YunHo por las piernas hacia la más cercana, sintiéndome mal cuando se quejó de que estaba muy fría.

—Pronto sentirás calor—le convencí, mirando a sus ojos nublados de ansiedad.

Desabotone los últimos botones de su camisa para besar el vientre, pasee mi lengua por debajo del resorte del bóxer rojo, saboreando la piel que indicaba el comienzo de aquella deliciosa zona. Mis manos acariciaban sus piernas como un loco.

Pronto necesite más, así que mi aliento caliente buscó contacto con su miembro escondido debajo de la tela, exhale sobre su delicioso bulto sin llegar a tocarlo, fue realmente delicioso ver crecer la erección de YunHo sin implantar tacto.

Las yemas de mis dedos quitaron sus calcetines con parsimonia, acariciándole los dedos y los tobillos, encantado con la suavidad de su piel.

—ChangMinie...—bajó el rostro, pidiendo que lo besara. Lo hice, pero en la mejilla. Lamí el inicio de sus labios y luego pase a la mejilla, lamiéndola con ahincó, su lengua salió buscando atención de la mía, no pude evitarlo. Juntamos nuestras lenguas, pronto la mía se vio envuelta en YunHo y se introdujo en su boca con suavidad, sintiendo toda la exquisitez de su boca, sus dientes chocaban con los míos, creando más saliva y aumentando mi excitación.

Mi miembro estaba al máximo, solo con unos cuantos de los besos de mi YunHo, creí que solo con rozarse contra el bóxer podría venirme. Logre alejarme de la adictiva boca de mi esposo, lamí su otra mejilla mientras él se quejaba de que hubiera abandonado sus labios.

—ChangMinie...—me llamó de nuevo, seduciéndome. Yo amaba el cuerpo de YunHo, pero si algo debía ser mi perdición, era su boca. Su boca que me daba de comer el líquido más delicioso.

—Deja que comience, amor...—pedí, porque si besaba su boca, no querría hacer nada más, porque un solo beso de Jung YunHo podría hacerme venir más de mil veces.

Le quite su camisa de una vez por todas, y me deshice de la mía, de mis pantalones y los calcetines. Ambos quedamos en bóxers.

Restregué mi nuca en la entrepierna de YunHo y este soltó un gemido ronco y doloroso. Estaba ya tan hinchado que de seguro le dolía, mordí el borde del bóxer y comencé a bajarlo.

— ¡Bájalo ya de una vez, coño!—gritó de golpe mi esposo. Quise reír a carcajada limpia, hace ya mucho tiempo que no nos hablábamos sucio mientras nos hacíamos el amor, era desquiciado y sexy oír aquello de su boca.

Le hice caso y jalonee el elástico hasta que este llegó a sus rodillas, luego él pataleo y se deshizo por completo de el.

— ¿Que quieres que haga?—juguetee. El miembro de YunHo estaba tan erecto que mi precioso esposo no dudaría por rogarme nada para que calmara sus necesidades.

—Quiero que me lo lamas, ahora—murmuró con el rostro rojísimo de excitación.

— ¿El que?

— ¡La polla!—gritó empujando mi rostro hacia abajo y mi barbilla golpeo contra la punta de su miembro, se tapó los labios con ambas palmas para silenciar su adolorido y placentero gemido.

Sonreí. Era bueno ver a mi YunHo desesperado y hablando sucio de vez en cuando.

—Con gusto—comencé lamiendo su punta delicadamente, YunHo seguía con las palmas sobre los labios y lo único que podía salir de su boca eran incontables "Mmmm".

—No—pedí, retirando las manos de su boca—quiero oír tus hermosos gemidos amor, son míos ¿recuerdas?

Él asintió, poniendo las manos en puños al lado de sus muslos.

—Bien—bese la punta para agradecerle, escuche su gemido en respuesta e inmediatamente luego enterré su bello pene en mi boca, lo devore por completo, sus manos tomaron mi nuca empujándome levemente hacia abajo, sus piernas sorprendidas por la acción se movieron un poco.

— ¡Aaah!,...no, ChangMin...aaah—comencé a subir y bajar mi rostro, lamiendo desde la raíz hasta la punta, mis dedos acariciaban su trasero, apretando levemente su estrecha entrada—no, Min...mmm, ¡aaah!

Sus gemidos aunque eran negativos me excitaban más, deje que mi lengua se escabullera hasta sus testículos, lamiéndolos con dedicación, me jaló del pelo completamente perdido en el placer.

— ¡ChangMin!, ¡aaah, maldición para!

Lo escuchaba, pero no tenia intención alguna de hacerle caso. Mi YunHo no hablaba en serio.

Sus caderas comenzaron a moverse hacia arriba, siguiendo el ritmo de mis lamidas salvajes, sentí el miembro de YunHo crecer dentro de mi boca, palpitando de placer, volviéndose más caliente aún.

Mi dedo índice inicio su recorrido sobre la entrada dulce de YunHo, comenzó con vueltas en círculos sobre ella y cuando las caderas de YunHo empujaron hacia arriba, introduje sin pudor mi dedo, sintiendo la calidez al momento, envolviéndolo.

— ¡Aaah!, ¡no!, ¡ChangMin!

—Tranquilo cariño, pronto vas a estar bien—le tranquilice, besando sus lágrimas que ya se divisaban.

—Aaah...—movió sus caderas dolorosamente, pidiéndome que continuara la labor de prepararlo—pronto...—suplicó.

Seguí el movimiento de mi dedo mientras mi boca torturaba el pene de mi esposo, lamia arriba y abajo, mientras el miembro de YunHo crecía, su entrada se contraía y ampliaba a la par de mis movimientos. Su calidez era extenuante, no podía esperar así que introduje mi dedo medio a la vez que mordía con cuidado la punta de su hombría.

— ¡Ahh!, ¡amor!

YunHo se vinó en mi boca por fin, regalándome su caliente esencia. La trague con lentitud, saboreándola, completamente deleitado.

—Ya te has venido, cielo.

—Ya lo se—replicó avergonzado—es que mi esposo es demasiado bueno—agradecí su sonrisa fugaz antes de que su excitación subiera de nuevo—vamos, mueve tus hermosos dedos, amor.

Sonreí volviendo la mirada a la exquisita imagen de la entrada de YunHo siendo penetrada por mis dedos, seguí moviéndolos con cuidado en círculos y me acerque al miembro de YunHo que comenzaba a despertar de a poco nuevamente, pegue mi lengua saboreando los restos de semen.

— ¿A que sabe?—preguntó YunHo, mirándome embelesado con sus ojos nublados.

—A ti, por eso es mi comida favorita—sonrió y me tomó del cuello.

—Quiero probarme, en ti—robó su propia esencia de mi lengua, saboreándose por completo, mordiendo mis labios y sorbiendo mi saliva mezclada con su semilla.

— ¿Que tal?—pregunte cuando comenzó a separarse con los ojos cerrados y relamiendo su boca.

—A mi me supo a ti, porque ahora viene de tu boca—sonrió, y colocó una de mis manos en su cintura—vamos bebé, continua.

Introduje entonces el tercer dedo, mientras él se quejaba como un gatito, su ceño se frunció levemente y movió las caderas sin cesar para acostumbrarse.

—Te ves incluso más hermoso así—señale su cuerpo con mis tres dedos dentro, parecía una escultura en vida, de esas tan preciosas que te quitan el aliento y parecen irreales—conmigo dentro de ti.

—No seas idiota—rio un poco—cuando me veo más, más hermoso, es cuando tengo tu delicioso pene dentro de mi—hizo que sacara los dedos de su interior y se acercó a mis muslos— ¿como quieres hacerlo cariño?, ¿me cargas?

—Por supuesto—tome su cintura y pegue su espalda a la pared, sus piernas rodearon mis muslos, mi ancho miembro encontró el inicio de su interior, comencé a introducirme con cuidado, sintiéndola algo resbaladiza debido a su semen.

—Más rápido—pidió haciendo un círculo con su cadera, provocando que la punta de mi miembro se introdujera por completo.

— ¿Seguro?

—Si...aaah, ¡mmm!—sus gemidos mataron a la vergüenza y mi miembro palpitante se introdujo en él de un solo empuje de mis caderas, mi gemido emergió grueso y consumado, satisfecho de encontrar esa calidez que tan bien conocía.

— ¡ChangMi...ah!, ¡dios!—el movimiento de sus caderas lo hacían parecer un poseso, no se había detenido cuando mi miembro chocó contra su interior y al parecer solo quería más, sin preocuparse a acostumbrarse a mi intromisión—¡más ChangMinie!, ¡aaah!, ¡fuerte!

No lo hice esperar, comencé con mis embestidas, introduciendo mi miembro y sacándolo, cada vez más veloz, rozando hasta el interior de YunHo arrancando suspiros y gruñidos de sus labios.

— ¡Aaah!, aaah, así bebé, así...mmm...

Las puntas de mis dedos se introdujeron entre nosotros y tomaron su miembro, ya hinchado de nuevo, comencé a masturbarlo lentamente, él gruñó duro en mi oído, el contraste de mis embestidas rápidas y mi tacto suave lo estaba matando.

— ¡Aaaah!, no puedo...

Lo embestí duro tres veces más, luego sentí como su cuerpo entero temblaba, sintiendo su clímax  cercano a explotar, sus piernas flaquearon, se abrazó a mi cuello exigente.

— ¡Más!—masculló.

Acelere el movimiento sintiendo también mi clímax cerca, YunHo se estaba resbalando de mis brazos así que lo alce un poco reacomodándonos, pero no contaba que al hacerlo su entrada se estrujaría de manera irresistible. Estuve a punto de venirme y un ronco gemido se me escapó.

—Voy a venirme, cielo—le informe, a punto de salirme de su cuerpo.

—Vente dentro bebé—pidió, mordiendo mi labio inferior.

Apenas pude oírlo, movió sus caderas un poco más y su miembro explotó entre nosotros manchando nuestros vientres, a la par del mío que llenó su interior de mi semilla. Sentí caliente todo el cuerpo y los lugares que estaban manchados por nuestras esencias combinadas yacían ardientes, el sudor resbalaba por nuestros cuerpos y la saliva escapaba de nuestras bocas, que se habían hecho agua saboreándose mutuamente.

Nos quedamos en silencio, recuperando el aire que habíamos perdido entregándonos.

Mi semilla comenzó a emerger de la entrada de YunHo.

—Mira eso amor...es realmente sexy—murmure viendo como su entrada aún seguía penetrada por mi miembro, y nuestros vientres manchados de nosotros.

—Si, me hace sentir...completo—reí de su pervertida broma—¡aah!, sigo tan excitado.

— ¡¿Que?! acabamos de tener una sesión extenuante, ¿tan rápido te recuperaste?

—Bebé, el "pequeño ChangMin" sigue dentro de mi, ¿que esperabas?

—Lo siento—sonreí—sostente de mi cuello—lo hizo y respire profundo, mis piernas seguían algo débiles gracias al increíble orgasmo vivido pero me fue posible caminar cargando a YunHo hasta la habitación, lo acosté en la cama con cuidado y salí de él procurando no lastimarlo. Luego me tumbe a su lado y rodee su cintura, besando su cuello.

—Te voy a hacer un chupetón—amenace, colocando un pedazo de la carne de su cuello entre mis dientes.

—Has lo que quieras—fingió indiferencia y cerró los ojos, abrazando mis hombros.

— ¿Ya te gustan los chupetones?—masculle admirando como por mi mordida y succión, su piel adquiría un tono morado.

—Decidí...que todo me gusta viniendo de ti.

—Hmm—seguí succionando su piel.

— ¿Eh?, ¿no vas a decir "cursi"?

—No, ya sabes que lo eres ¿no?

—Si.

—Y sabes que así te amo, ¿verdad?

—Por supuesto—lamio uno de mis parpados con rapidez—y tú sabes también que te amo más que a mi vida.

—Más que a tu vida no...—Susurre mientras cerraba los ojos—mantén tu vida primero, que yo te amo tanto que no puedo expresarlo, y prefiero que cuides tu vida a que me cuides a mi.

—Idiota—YunHo sonrió, abrazando mi cabeza haciendo que esta se enterrara en su dulce pecho— ¡aah!, ¡ChangMin!—lo que yo aproveche para morder su rosada tetilla.

— ¿Que?, ¿acaso creías que esa hermosura me pasaría desapercibida?, eres por completo mío—volví ambas palmas a su cintura y una de ellas bajó a su trasero, delineando sus nalgas con total devoción, sintiendo la humedad de mi semilla que acababa de hacerlo mío por enésima vez.

—Lo se. Y tú mío.

—Claro, para toda la vida.

—Y lo que le siga—repuso suave, antes de darme un dulce beso en los labios.

Mi YunHo, mi suave YunHo, mi eterno esposo.

Nuestro amor es eterno, por eso podemos hacer cosas tan diferentes, por eso puedo llamarlo "Imbécil" en un segundo y "Cielo" al otro. Porque un amor como el nuestro cambia y crece. Modifica su forma para ampliarse.

Pero nunca desaparece.

—Cariño—canturree— ¿una segunda ronda?

Nunca.

—Ahora si; Fin—