miércoles, octubre 12, 2011

Sexto helado

—Buenos días señor Shim.

—Buenos días, café en mi oficina por favor—y atravesé la puerta sin mirar a mi asistente.

Sabía que era un jefe no muy agradable, y ya incluso las caras espantadas de mis empleados hacían mella en mí.

Pero no iba a sonreír sino quería hacerlo. Y no lo haría hasta que eso que me faltaba volviera.

Solo hasta entonces.

Aventé el folder sobre mi ya repleto escritorio, aflojándome la corbata para calmar mi estrés.

—Un año más...—dije hacia la ventana gruesa frente a mi.

Hacia tres años atrás que ya no veía a YunHo, y ese día era el aniversario del día en que nos conocimos.

Suspire tratando de alejar las lágrimas de mí.

—Señor Shim—la temerosa voz de mi asistente me desconcentro.

—Cambie de opinión, por favor guarde ese café para más tarde, saldré un momento.

Tome las llaves de mi convertible y salí, pasando al lado de la mujer.

—Hoy, me apetece un helado.



Debido a que aquel helado que unió nuestras vidas para siempre era vendido por un carro ambulante, no había un lugar específico al cual ir. Así que me encontraba en el parque donde nos conocimos, sentado en una banca esperando a que un vendedor ambulante se dignara a pasar por allí.

Si yo hubiera optado aquella vez por comprar uno en un establecimiento, podría ir allí de nuevo, a comprar un helado semejante al de esa vez.

Pero haber hecho eso, provocaría que ningún tipo despreciable tuviera la oportunidad de aprovecharse de mi ignorancia vaga y ningún YunHo habría corrido vociferando barbaridades.

Se amplio mi sonrisa gratamente, un solo paso en falso y el presente seria diferente, porque de no haberse escapado ese ChangMin de 17 de su mundo por una vez, este ChangMin de 27 no estaría como esta ahora. Tan desolado y tan enamorado a la vez, con un nombre en su corazón tatuado a fuego.

Lleve mi mano de mi muñeca donde sostenía mi reloj, hasta mis dedos, a acariciar por enésima vez en el día el anillo que me recordaba a él.

Bufe. Todo, hasta las heces de un perro me recordaban a él.

Porque mi esposo era lo suficientemente torpe como para mancharse de esa cosa tres veces en un día, tal y como pude apreciar en una de las incontables no-citas que tuvimos. Tan tonto, tan dulce...

—Tan mío—y el dolor punzaba, ampliando y contrayendo mi pecho.

Una campanita sonó a lo lejos, alce el rostro y los colores inconfundibles se hicieron ver.

Un hombre gritaba; Paletas, helados, llévele, llévele...

Sonreí más y me acerque.

—Dos helados de vainilla por favor.

Mi pedido de siempre, dos helados comprados por una persona que esperaba a otra. La cual a pesar de todo, nunca llegaba.

— ¿Tiene dinero?

Mi corazón comenzó a sonar fuerte, una emoción que no tenía base alguna.

—Tengo...dinero—la saliva se hizo ausente. El hombre asintió.

Me los entregó, mas yo era incapaz de ver su cara, cubierta por su colorido y enorme gorro.

— ¿Cuanto es?—a pesar de que era una frase pequeña, esta se cortó a la mitad. Tan parecido, y el nudo de mi estomago tomaba fuerza.

—2 000 Won.

Y sentí un apretón desgarrador, unas manos se abrazaron a mi cintura, rodeándola, y un terso rostro se recargo en mi espalda. El aire se esfumó por completo. Las lágrimas salieron como movidas por un impulso, una tras otra.

—Eso no es cierto, son solo 30 won...usted es un...estafador—los sollozos apenas le permitieron terminar la frase.

Era su voz, era YunHo. Mi YunHo.

El hombre frente a mi levantó el rostro.

El chofer de la familia Jung.

—Gusto en volver a verlo—murmuró apenas.

Luego incluso él desapareció, las manos de YunHo me apretaban al punto de sofocarme, las tome entre las mías y me di vuelta.

—YunHo...—su cara contra la mía, su nariz restregándose con fuerza contra mi, sus labios con sabor a sal y de nuevo los hermosos dedos jalando de emoción mi cabello.

Estaba cambiado, estaba más hermoso, con el cabello levemente más largo y los ojos rojos por el llanto.

Olvide donde estábamos, rasgue su camisa desconociendo ese tipo de ropa sobre su cuerpo, tome su cintura restregándola contra mi, su cuello llegó a mis labios y él tapó parte de mi espalda con sus brazos.

—Te amo, te amo...—murmuraba sin control mi esposo, con los ojos cerrados y el líquido resbalando por su cuello.

—Yo también te amo YunHo—dije, suspirando entre la oración.

Restregué mi cara en su cuello miles de veces, asegurándome de que estaba allí, de que no era una ilusión creada por mi deseo, YunHo se abrazó a mi espalda tan fuerte que apenas podía moverme.

Nos quedamos un buen tiempo de esa manera, acompasando nuestra respiración agitada a una normal, cada parte de nuestro cuerpo estaba unida al del otro, el calor se hacia sofocante pero delicioso, aproveche para besar el perfecto cuello de mi esposo, haciéndole unos chupetones, los primeros en tres años.

—ChangMin, no...sabes que nunca me gustaron—se quejó como un gatito debilitado, sin abrir los ojos golpeando sin fuerza su mejilla contra la mía.

—Decías que se ven horribles, por eso trataba de no hacerte ninguno, ¿pero sabes?, todo lo horrible se ve perfecto en ti.

—Mentiroso—respiro contra mi oreja. Yo no podía estar más feliz.

Mordí la carne del cuello de YunHo nuevamente y estruje más su esbelta cintura contra mí.

—Engordaste.

— ¿Es eso lo que se le dice al amor de la vida luego de no verlo en años?

—Me refiero...recuperaste tu peso normal.

—Si, ya no tengo cintura de avispa, perdona—percibí un tinte de tristeza en su voz—cambie mucho mientras no estábamos juntos.

—Eres tú imbécil, amo a tu cintura por ser tuya, no porque tuviera el tamaño que tenía.

—Idiota—y sollozo de nuevo.

Recordé algo, mi precioso esposo siempre fue demasiado sensible.



Avise a la oficina que me iría temprano y que todos tenían el día libre con paga.

Y claro, lo hice sin dejar de abrazar la cintura ahora saludable de mi esposo, y besando su mejilla cada cinco segundos.

Mi asistente casi se cae de bruces al suelo cuando le desee buen día. Porque le sonreí. Seis veces en dos minutos.

Sin nadie más en el edificio, subí a YunHo a mi escritorio tirando los documentos que estaban sobre este al suelo-cosa de la cual probablemente me arrepentiría después-, y rodeando sus caderas con mis manos, sus piernas alrededor de las mías y sus brazos sobre mis hombros, eso si omitimos sus manos juguetonas desordenando mi ya de por si desarreglado cabello.

— ¿Que ha hecho mi apuesto esposo mientras no estaba con él?, ¿algo de lo cual deba sentirme orgulloso?—logró decir mientras yo robaba pequeños besos a sus labios.

—Todo lo que hago te hace sentir orgulloso.

—Eso si esto no es un prostíbulo, por supuesto.

—YunHo—lo mire mal, él sonrió.

—Sabes que si, todo lo que haga mi esposo. Todo me enorgullece—y mostró su puño en alto.

—Idiota—me mostró la lengua la cual mordí para introducirla en mi boca. Sus deliciosos labios, su húmeda lengua...mis ganas de comerlo estaban siendo un problema para hablar—sabes que me gradué en diseño grafico—le recordé subiendo su camisa para acariciar su vientre.

—Lo se, ¿no...regresaste con tu papá?—su tono de voz me resultó delicioso. Ese era el tono que utilizaba cuando quería preguntar algo delicado que necesitaba saber. Quería saborear su voz entre mis labios, ¿porque una voz no se puede comer?

—No, mi amor—bese la piel que se mostraba por entre los botones desarreglados de su camisa—te dije que nunca lo haría.

—Vaya—se abrazó a mi, provocando que mi rostro se enterrara en su pecho—así que tú has hecho todo esto, comenzando desde cero en tan solo tres años...—su mirada chocolate se perdió en la oficina.

—Si, pero en lugar de amar lo que hago—tome su mentón, exigiendo su mirada de vuelta sobre mi—ámame a mi.

Mi YunHo se coloreo, besando mis labios lentamente.

—Creo que eso es lo más cursi que has dicho, Shim ChangMin.

—Fue más vergonzoso pedirte matrimonio frente a toda la escuela—aclare. Sentí la barbilla de YunHo caer contra mi pelo.

—Mi anillo...—su voz, como un niño pequeño pidiendo un globo rojo con un hilo del cual halarlo.

Me separe solo lo necesario.

—Aquí—y le mostré una cadena de oro blanco que cargaba con su simple anillo de plástico, la cual llevaba al cuello.

—Dámelo—y el niño, adorable pero berrinchudo exigía que su globo estuviera bien inflado.

—Enseguida pequeño—sus ojos se hicieron más oscuros cuando coloque la cadena en su cuello—se ve mejor en ti.

—Muchísimo—acaricio el anillo, besándolo con una admirable devoción—no sabes el mundo que me costo separarme de el.

Percibí las lágrimas en el acantilado de los ojos de YunHo, lo abrace.

—Ahora estas conmigo, ya no tienes que recordar, solo tienes que vivir ¿si?—bese su frente y una lágrima solitaria al fin cayó.

Su respiración se fue calmando.

—ChangMinie.

— ¿Si?

— ¿Que es lo peor que puede ocurrirle al ser humano?

Igual recordé, que mi exquisito esposo nunca olvida.

—Morir sin amor—mire a sus ojos directamente, sonreí.

Los ojos de mi precioso esposo, tenían de nuevo luz.

—Eso, ya no puede ocurrirnos a nosotros—afirmó, leyendo mis pensamientos y besándome de nuevo.

—Así es amor, nunca.

Y de alguna manera por segunda vez en mi vida, olvide que había dos helados de vainilla esperando.

A mí. Y a mi esposo.

YunHo.



—Por cierto idiota, ¿porque hiciste tanto show para venir a mi?—le reclame, él alzó sus hermosos labios en trompita.

— ¿Que?, ¿no te pareció romántico?

— ¡Hasta hiciste que dijéramos lo mismo del día en que nos conocimos!

—Fue como en una película—chocó su nariz contra la mía indicándome que ya no quería oír más quejas—fue muy bonito, ¡bonito!, ¿que otra cosa querías que hiciera?

—Tonto, yo no quería que hicieras nada—agite sus cabellos color carbón—el solo correr hacia mis brazos hubiera sido suficiente.

—Aburrido—sentencio pegándose más a mí.

Y entonces recordé.

Mi precioso esposo era también más necio que cualquier niño.

—Cursi.

Y yo estaba dispuesto a cuidarlo.

—Siempre.






—Fin—



Hemos llegado al final, muchas gracias por comentar y leer, espero que este fanfic-al cual considero como mi primer serial terminado-, les haya gustado en su totalidad. 
¡Hasta la próxima!~~♥
Maxalime.

5 comentarios:

  1. HERMOSO!!!!!! Awwww ganas de llorar cuando se reencontraron awww!!!! te quedo genial que bonito final aunque le falto lemon hehehehe (naaa zho perver nada mas quiero lemon hahahah) divino awww ♥ ♥ ♥ ♥ ♥

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  2. lo amw!!!!
    ♥______♥
    te quedo muy hermoso!! >< el final aunque le falto
    cofcof..lemon >/////< XD...
    awww si super lindo la escena del parque TT..
    este fanfic me hizo sentir *w*/
    muchas cosas LOL..hasta me lleve mi mano a la bokita cuando..OMO.. el heladero.. palabras repetidas..es YUNHO!! al fin
    Me alegro que no haya...pasado a otra vida y Wow 27 vs 17.. = 10 años!! amandose ..esto si es amor eterno XD...
    thanks por compartir este fanfic (n___n)
    espero que sigas escribiendo más...
    pero una petición jejeje espero que no te moleste >0<
    cada vez que leo un fanfic tuyo siento que Yunho es uke y Changmin el seme T__T
    me encantaria que hicieras uno al reves XD porque I LOVE HOMIN ..el YUNCHANG.ammm XD no muxo

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  3. AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!
    Esto ah estado completamente hermoso. Es tan lindo. WAAAAAAAAA.
    De verdad me ha encantado.
    Me declaro tu fan n_n

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  4. Una cosa tierna Yunho, mira que pedirle al chófer que le ayudase. >//< la verdad es de esos finales raros pero lindos! porque ah que mami tan pudiente que lo llevo para curarlo **
    amo a la mamita suegra xD

    Gracias por el fic, pequeñito pero espero te animes a uno más largo aunque aun no reviso todos. Éxito Rienena! *le abrza*

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  5. Kyaaa ~~ xD ..
    Hermosooo hermosisimo Final .. ♥ Bunny Por fin se sano >3< y regreso con changmin , oincluso hizo lo mismo tal como se conocieron , y empezo el amor entre ellos !! Me encantoo ♥ Me encantoo !!! ♥ Te Amo Rie Unni ~~ Eres Increible ♥ !!!

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