martes, enero 19, 2016

Mi chica perfecta



ChangMin se quedó de piedra, boquiabierto.

La chica parada frente a él era todo lo que alguna vez había pedido, enumerando uno a uno los requisitos que conformarían a su mujer perfecta.

Alta, guapa, sofisticada, sexy, con un dejo de altanería que resultaba sensual y atrayente. Tal vez de buena familia y con dinero, completamente consciente de los muchos pretendientes que tenía en la bolsa y el valor de su persona.

Esa misma mujer, que ChangMin había visto bajar de su automóvil lujoso color negro, estaba frente a él alzando levemente una muy bien depilada ceja.

La mujer se quitó los lentes de sol con un movimiento y agitó su larga y tupida cabellera negra.

— ¿No me escuchaste? —preguntó, con cierta impaciencia.

Para ChangMin fue difícil hacer que las palabras salieran de su boca, tragó saliva y contestó.

—Sí, te escuche.

Sus nervios hicieron a la mujer sonreír, pensando tal vez que todo se debía a ella.

Pero ChangMin internamente —aunque quería negárselo—, sabía que no era así.

Deberíamos empezar a salir juntos. Probar, ver qué tal se dan las cosas. Tú no tienes a nadie ¿cierto?, y de alguna forma para mí, resultas interesante.

Esas habían sido las palabras de la chica, quién le dijo era modelo, y yacían repitiéndose en la cabeza de ChangMin a una velocidad alarmante.

La modelo le hablaba de forma segura, demasiado segura al punto de resultar arrogante, y se expresaba de manera que daba a lucir el hecho de que ella pensaba que de ninguna manera sería rechazada.

Que nunca sería rechazada.

Arrugó la nariz ante ese pensamiento, ella lo hacía sonar como si le estuviera haciendo un favor, ¿así es cómo todas las modelos te piden salir con ellas de forma sentimental?

Además era la primera vez que una chica tomaba la iniciativa con él y siendo va de obvio, ya que aquella era su primera “cita”, si se podía llamar así a un encuentro fortuito en un club de moda.

Ella no sonrió en todo el rato, le pasó un número escrito en una pequeña hoja color beige de caligrafía envidiable, luego ante sus ojos agregó una fecha, una hora y un lugar, dijo las estoicas palabras “hasta entonces” y desapareció tras muchas otras siluetas del club.

A pesar de lo que ChangMin creía, aquel encuentro no le emocionó, demasiado frío, demasiado ligue cliché, y resultaba ridículamente obvio que ella se había obligado a irse tan precipitadamente únicamente para causar impacto a su conquista.

Resultó todo lo contrario, Shim sopesó el hecho de no ir a la supuesta cita para dos planeada sólo por uno.

¿Qué creía esa chica?, ¿qué no tenía otras cosas que hacer?, ¿qué no tenía planes?, ¿qué no tenía una vida que atender, un trabajo, una universidad?

Le molestó mucho el hecho de que ella no tomara en cuenta su tiempo y sus responsabilidades para poner fecha, ni siquiera un “¿estás libre el —?”

No. Se limitó a ser arrogante hasta decir basta cómo si ChangMin le hubiera suplicado por una oportunidad para verla.

Quizá aquella chica estaba acostumbrada sólo a eso, a pretendientes que darían mucho o todo por una oportunidad para conquistar su persona.

ChangMin se sorprendió a si mismo dándose cuenta de que él no estaba en esa categoría, a pesar de que la joven era su mujer perfecta hecha real. Incluso superando sus expectativas.

No lo entendía.

Dentro de la pequeña platica que tuvo con ella en el club, se enteró de que la joven se dedicaba al modelaje desde los dieciocho y que se llamaba Bianca.

Ahora, en esta su primera cita —o segunda, si se contaba su encuentro en el club—, ella había sido clara. Su intención era salir con él y ChangMin sinceramente no sabía que pensar.

Así que tomó su copa entre los dedos, y la miró con coquetería.

—Voy a tener que pensarlo.

Y ella se lo creyó, creyó que esa era su frase de ligue, de contraataque, la forma de hacerle creer que no era un hombre fácil.

Así que le sonrió, y pasaron los siguientes cuarenta minutos hablando de nimiedades, que ninguno de los dos recordaría dos días después.










ChangMin salió del restaurante con otra nota color beige, y otro lugar, fecha y hora que él no había elegido. Se montó en su automóvil y manejó hacia su departamento con la mente en blanco.










Apenas llegó se tumbó en el sofá, y suspiró.

Miró la nota una vez más.

La fecha era en dos día, una fecha muy rápida para un ligue.

El asunto comenzaba a pesarle.

—Bienvenido.

ChangMin alzó la cara perezosamente. YunHo tenía puesta su pijama, ese pijama ridículo de pantalones estampados del osito Pooh y capucha con orejitas amarillas. El cabello negro lo tenía revuelto y mojado, con algunas hebras pegadas a su frente.

—Hola—saludó.

El radar ChangMin-tiene-algo de YunHo se activó de inmediato.

Jung fue a la cocina sin medir palabra, hizo dos paquetes de palomitas y cuándo estuvieron listas se sentó al lado de ChangMin, con la primera película de Star Wars comenzando en la tele.

You are the best, hyung.

— ¿Eh?, ¿qué?

—Nada, tengo examen de inglés mañana.










Al día siguiente, ChangMin no fue capaz de encontrar la nota beige, y por alguna razón, tampoco le preocupó demasiado.

2 comentarios:

  1. Mujer, tienes que actualizar esta cosha 😤😊😘

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  2. Pase de casualidad por tu pagina para ver si habia slguna actualizacion y me encontre con esto xD . estaba leyendo y me imagine a esa chics con changmin. Todo bien . hasta que lei el nombre de Bianca hahahah xD . pensr que esa mujer era Yunho xD que se habia vestido de tal xD espero que puedas actualizar tus seriales . siempre me han guztado tus historias .pero pense que habias abandonado . no habandones ya . por que hay personas que siempre te leen . I❤U nena

    Bye :-)

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