Los
listones rojos bajaban y subían, caían sobre los muslos de SiWon, los
acariciaban y volvían a subir. El cabello negro, brilloso, se deslizaba amable
por la piel de sus piernas, siguiendo fielmente el movimiento estrepitoso de la
cabeza.
SiWon
exhaló con fuerza, sintiendo cómo YunHo mordía juguetonamente la punta de su
pene, YunHo engulló el miembro en su boca por completo, mientras los dedos
pellizcaban con ternura los testículos blandos, SiWon lanzó una maldición y
colocó una de sus manos sobre la cabeza de YunHo, empujándolo hacía abajo.
Entonces sintió un movimiento rápido y una presión en la parte baja de su
cuerpo.
— ¡¿Qué
mier…?!
YunHo
había introducido un dedo en el ano virgen y tenso de SiWon.
Presa
del pánico y enojado al mismo tiempo, SiWon empujó de sopetón a YunHo, sacándole
de la boca su propia carne erecta y roja, y el dedo inocente fuera de su
cavidad.
—Nada
de eso, mierda—bramó—no me vengas con guarradas.
YunHo
agitó las faldas anchas de su vestido, que tirado cómo estaba, se infló cómo
globo, gracias al aire infiltrado. Sonrió desde el piso, intentó levantarse
pero los zapatos de tacones altos se lo impidieron, seguido de un puchero
decidió arrastrarse por el piso hasta llegar a Choi, mientras lo hacía, los listones
en su cabello se agitaron con fuerza, viajando de sus mejillas hasta por encima
de su cabeza.
Choi
idealizó el mismo movimiento con los mismos listones, cuándo su pene estuviera
siendo engullido por el agujero tierno, insaciable y goloso de Jung, el
movimiento de arriba abajo, perfecto en su orden, llenador, hacía a su cuerpo
emocionarse, así el enojo se disipó, su orgullo herido fue ignorado cuándo la
lujuria y el deseo brotaron.
YunHo
llegó a su lugar; sentado entre las piernas de SiWon. Le sonrió con ternura
mientras tomaba la longitud entre sus grandes manos. Se mordió los labios con
timidez e, inclinándose mínimamente, acercó los labios puestos en flor y le
besó la punta del pene. Como si este fuera algo precioso, único en el mundo;
algo que merecía que venerado.
La
lujuria y el deseo que había salido a flote en SiWon, fueron desplazados por la
ternura real que vibró por todo su cuerpo en ese momento.
Sonrió
y se rio, acarició el pelo de YunHo, negro, largo, acarició uno de los listones
rojos mientras Jung le sonreía, y luego lo golpeó con suavidad en la cabeza, moviéndosela
a un lado.
—Idiota—acusó.
Y los
listones rojos se agitaron.
Ya intenso y Hermoso WonHo LOVE <3
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