Capítulo uno

Las locaciones de Poseidon se alzaban, indicando la magnificencia y profesionalismo de todos los participes en el drama.

YunHo bajó de su camioneta gris seguido por su manager, evitando hacer "Woow" ante lo que veía, era todo completamente diferente a las locaciones de su primer drama "Heading To The Ground", porque un drama de acción era eso; diferente.

YunHo alzó la cara y luego hizo una reverencia ante el staff. Sonrió.
 

Se sabía a la altura de ese proyecto, y daría su mejor esfuerzo.
 

Porque así es como se supone que es Jung YunHo.
 

Sin embargo al alzar el torso luego de una reverencia más, su sonrisa agradable se vio consternada y a punto de su extinción.
 

Allí estaba él, con su sonrisa de lado y sus lentes oscuros, vestido tan casualmente y viéndose irresistible aún así.

—Choi SiWon...

— ¿Porque tan formal YunHo?—SiWon pasó de largo al manager y abrazó a YunHo, quien tembló ante el tacto.

La había cagado, y SiWon lo había ayudado salvando el día. Se suponía que eran amigos, o que al menos tenían amigos en común lo cual acarreaba tener cierta empatía uno con el otro, se suponía que podían mantener una conversación agradable entre ellos.
 

Se suponía.
 

YunHo se aferró a la espalda de SiWon, y se obligó a sonreír lo más natural que pudo.
 

—Que alegría—murmuró—siempre he tenido ganas de trabajar contigo.
 

E incluso pudo apostar a que Choi se sorprendió.

—Excelente—respondió el menor—actúas excelente.

YunHo suspiro todavía envuelto por SiWon, quien diría que aún fuera de cámaras, tendría que seguir actuando.
 

—Yo también, ¡muchísimas ganas Hyung!—exclamó luego el Super Junior para que eso fuera lo que oyeran los managers de ambos y el staff—por fin se nos cumplió, ¿no?
 

Jung agradeció que los oscuros e hipnotizantes ojos no fueran visibles, asintió.
 

—Si—y sonrió de nuevo. 

Tan falsamente.

— ¡Excelente trabajo!

Se sacudió el polvo de la ropa y se levantó del suelo.
 

—Quedó magnifico, YunHo—el director se acercó dándole unas palmadas en el hombro—era justo lo que quería.

—Gracias—recibió la botella de agua extendida por un asistente—me alegra que este satisfecho.

—Lo estoy, y mucho—el hombre mayor le tendió una última sonrisa para luego dirigirse a SiWon, quien sería el siguiente en grabar.

YunHo observó como su compañero recibía indicaciones, ataviado en una playera blanca que dejaba entrever sus perfectos pectorales. Tragó fuerte, sintiendo la garganta seca.

Él había tocado esos pectorales ya una vez, dos veces, quizá tres...pero eso había sido hacia ya unos años.

¿Como se sentirían ahora?

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se percató de nada, hasta que sintió que alguien apretaba su estomago con fuerza.
 

—Increíble...esta duro.
 

Levantó la cara un poco, la estúpida y arrogante sonrisa de Choi SiWon estaba frente a él, tal y como la recordaba, solo que más madura. Más masculina y más excitante.
 

Tuvo ganas de morder esos labios maleducados y groseros, que ya muchas veces habían dicho palabras que lo hirieron y le hicieron desear tenerlos contra su piel, para luego volverlo a herir.
 

Se mordió su propio labio, conteniéndose.
 

—No es increíble, solo hice ejercicio—retiró la mano del menor, sorprendiéndose por lo grande que esta ya era y cuan bien se sentía.
 

Choi se alejó unos centímetros, mirándolo de arriba abajo con expresión analítica.
 

—Pero viéndote bien...tus bellos senos desaparecieron, que mal—el rostro de SiWon parecía realmente decepcionado.

YunHo se cabreo.
 

—Imbécil, si quieres senos consíguete una puta—lo dijo entre dientes, conteniéndose para que solo Choi lo oyera.
 

—No es eso—los dedos largos comenzaron a jugar con el cuello de la chaqueta del Jung—a mi no me gustan los senos, me gustaban los tuyos...por ser tuyos.
 

Lo había dicho sin verlo, ni tan siquiera un segundo. 
 

La mirada castaña se encontraba perdida mirando el cuello hecho de piel negra.

YunHo le apartó la mano de un manotazo.

—Que mal que no se te notara esa devoción por mi antes.

Choi por fin miró a sus ojos, y YunHo tuvo miedo de desplomarse. No decían nada. Como siempre.
 

—Yo no dije que sentía devoción por ti, solo por...tus senos—la mirada voló nuevamente al pecho plano—en verdad, es una lastima, eran tan hermosos...
 

El mayor notó algo caliente atestando sus mejillas. No iba a sonrojarse, al menos no por pena. Seria por furia hacia ese idiota.
 

— ¿Recuerdas cuando los metía a mi boca y los mordía?, se volvían rojos y más pequeños, se sentía tan bien...YunHo, para ti también se sentía bien ¿cierto?
 

Su mirada se endureció, cuestionándose si no debía soltar una cachetada a la apuesta mejilla del hombre frente a él, tal y como hizo un día años atrás, mas eso sería llamar la atención. No quería eso.
 

—Déjame en paz—pasó al lado del Choi, ignorando el cosquilleo y la carga eléctrica que su cuerpo experimentó al rozar parte de sus brazos—tú y yo ya no tenemos nada que ver.
 

Tenía la fachada perfecta, aunque por dentro estaba tirado de rodillas cubriéndose el rostro, lo que Choi veía eran unos ojos vacíos y unas palabras aparentemente determinadas.

YunHo creyó que esa vez él había ganado. Sin embargo SiWon se metió las manos en los bolsillos y mostró otra de sus sonrisas; la de Jaque Mate.

—Cariño, pero si tú y yo nunca tuvimos nada.

Y la dignidad yéndose fue lo último que YunHo pudo ver luego de que el director llamara a Choi SiWon al plato.

—Maldito bastardo...—el guión en sus manos se deformó por completo—estúpido de mierda...—las palabras solo eran susurradas y una solitaria lágrima cayó. La limpio tan fuerte que el rostro le escoció un poco.
 

El basura de Choi SiWon no había cambiado. En nada.