Capítulo 1

El SUJU vio al líder de DBSK colocarse la playera negra de SM Town, su cabello perfectamente bien arreglado y su magnifica sonrisa, que en eso momento era dirigida a alguien en especial.

— ¿Como luzco ChangMinie?

Una mirada indiferente. Un bufido desconsiderado, y luego un "¿cómo va eso KyunHyun?"

YunHo bajó el rostro y luego miró a los alrededores, esperando que nadie hubiera visto el acto humillante.

Pero sus ojos opacos, chocaron contra los consternados de ZhouMi.

ZhouMi sonrió, YunHo también. Patético.

El Super Junior decidió acercarse, Jung era su amigo y a pesar de no ser tan cercanos se preocupaba por él. Mucho.

— ¿Que fue eso YunHo?—cuestionó tratando de sonar neutral, sin percatarse de lo quebrada que sonaba su voz, próxima a la ira— ¿que...ocurre con ChangMin?

YunHo se lamió los labios, evitó su mirada.

—Nada.

Demasiado tarde.

Lo había descubierto.

—Sino me lo dices le diré a HeeChul que algo anda mal, y bien sabes que es capaz de cambiarse la nacionalidad con tal de venir a arreglar cualquier cosa referente a ti.

YunHo sonrió, vencido.

—Esta bien—y tomó su muñeca, incitándolo a seguirlo tras el escenario.

ZhouMi no se dio cuenta, YunHo tampoco, pero un par de ojos estaban muy atentos a los movimientos de ambos, y no los veía de buena manera.

— ¡¿Te gusta ChangMin?!

ZhouMi se arrepintió apenas gritó aquello, la mirada de YunHo, sus manos nerviosamente entrelazadas.

—Oh, lo siento es que...

—Te parece imposible—sentenció Jung, con su sonrisa de media luna.

El otro sólo asintió, aún digiriendo las palabras.

—Yo creí...

—Que él era cómo un hijo para mí, ¿no?

—Pues si.

—Las fans no pueden estar más alejadas de la realidad—suspiró y tomó una de las botellas con agua que yacían en una hielera—me gusta ChangMin. Siempre...me ha gustado.

— ¿Te gusta?, ¿o lo quieres?

El silencio se instaló unos segundos, la mirada de ZhouMi sobre la de YunHo, las manos del Jung estrujando el delgado plástico.

—Lo amo.

Y el chino tuvo tanto miedo de la posibilidad de ver lágrimas made in YunHo, sin embargo este rápidamente se repuso.

—Y él ya lo sabe—abrió de nueva cuenta la botella y bebió un largo sorbo—por eso me trata así.

Esperó, a que el agua se deslizara por la garganta del mayor, a que el líquido limpiara las crueles palabras. Pero no fue así, no ocurrió.

—Eso es cruel.

—No sabes cuanto.

Inconsciente, sus manos llegaron a la cabeza de YunHo, acariciando su cabello y mirándolo con pena.

— ¿Quieres llorar?

—Ya lo hice...mucho.

Un acto reflejo, nada más, un toque de ternura y el impulso de creer que debía hacerlo.

WuHan acercó sus labios rosas, y besó sonoramente la frente del Jung.

—Si eso haces diciendo amarme, no se que harías de lo contrario.

La voz le congeló los labios.

—ChangMin...

—Ya es hora de salir—escupió el Shim prácticamente a la cara de YunHo, luego miró al Super Junior—y tú también zorrito, alguien tiene que limpiar el piso—se encontró con su mirada de fuego, quemándole la carne con furia, luego se introdujo al vestidor.

—YunHo...

—No pasa nada Zho...—mostró su débil intento de sonrisa—siempre es así, tú no tienes la culpa.

Pero sus ojos, Jung YunHo podía mentir, pero sus ojos...

Nunca, nunca lo harían.

La música animada incitaba a los cuerpos moverse de un lado al otro.

—Si Chul estuviera aquí ya estaría quejándose de tener que brincar tanto—expresó SiWon acercándose a YunHo.

—El siempre se queja, de todo—respondió a la sonrisa del Choi, aceptando la playera extra que este le extendía.

—Es la que iba a usar HeeChul, dijo que quiere que la avientes. Y se la des a alguien muy bonito.

— ¿Al público?

Se sintió tonto, era obvio que al público.

¿No?

Pero la sonrisa extraña de SiWon, y el ruido del concierto parecieron marearlo un poco. Choi comenzó a alejarse.

—No especificó. Creo que sabe que puedes encontrar a alguien bonito en cualquier parte, escoge bien—y sin más sonrió y dio media vuelta, dispuesto a enseñarle a DongHae cómo saltar correctamente.

YunHo miró su puño, apretó la suave prenda. Debía escoger bien.

—Chul...

— ¡Hyung!—TaeMin apareció con su sonrisa de diamante y su pelo mojado— ¡ven a brincar conmigo!

Y apenas pudo respirar una vez, cuando el Shinee ya lo tenía agarrado por los hombros, empujándolo hacia el frente del escenario para seguir el ritmo de los saltos.

El esbelto cuerpo del menor le indicaba la rapidez, volvió el rostro. Miró a su derecha.

Y la sonrisa desapareció.

ChangMin estaba con KyuHyun, de nuevo. La mano del Shim sobre la cintura del otro, sus mejillas una contra otra.

Quiso derrumbarse.

—YunHo-hyung, ¿todo bien?

Y aunque su contestación fue afirmativa, salió tan rápido como pudo del escenario, tapando su rostro.

Ya no podía llorar, la razón de su sufrimiento era él mismo. Porque solo a él se le había ocurrido enamorarse del imposible de Shim ChangMin.

— ¿Ya podemos parar esto Min?—preguntó disimuladamente KyuHyun mientras sonreía a las fans, —si YunHo de verdad cree que tengo algo contigo, no me dejara ser su padrino de bodas cuando se casen.

ChangMin rodó los ojos.

—Pararemos cuando el idiota lo entienda.

Al miembro de Super Junior no le faltaban ganas para golpear a su estúpido amigo, sin embargo cerró el puño y lo suavizó.

—Si sigues así, quien sabe si seguiré vivo cuando comiencen a salir—y dicho, se alejó yendo hacía el pez de su grupo. ChangMin estaba loco.

Shim vio a YunHo salir del escenario, dejando a un TaeMin descolocado. Se acercó cuando el hongo con patas se disponía a seguir al líder.

—Yo que tú no lo haría.

—¿Qué..?—Lee tragó fuerte, la mirada de ChangMin sobre sus ojos pesaba y dolía.

Cómo si pudiera asfixiarlo con sólo eso.

—No vuelvas a tratar a YunHo con tanta confianza—la curva de sus labios no desapareció, le ordenaba aquello sin dejar de sonreír. Entonces TaeMin sintió un miedo repentino e inexplicable.

—Perdón hyung, pero tú no eres nadie para...

Se acercó, y pegó sus labios a la oreja del menor.

—Si te vuelves a acercar, o si dejas que él se acerque a ti...juro que te castro, ¿oíste?

TaeMin sólo pudo asentir, una y otra vez mientras se mordía la lengua, ¿que diablos le ocurría a ChangMin?

—Bien, mantente así hongo apestoso—una mueca y fue tras YunHo.

Tras el imbécil que no entendía nada.

Se restregó los ojos, que se habían vuelto rojos en el intento de contener las lágrimas. Intento fallido.

Se mordió los labios conteniendo los sollozos, que igual lograban colarse desde su pecho y salir a flote.

No era justo, ya había llorado demasiado.

—Creí que ya no podías llorar.

Levantó el húmedo rostro.

—ZhouMi...—y ocurrió natural. Como si hubieran ensayado toda una vida para esa escena.

Los brazos de ZhouMi, de repente parecieron perfectos para acunar el dolor de YunHo.

—Gracias por estar aquí ZhouMi.

El SUJU besó el pelo negro con deleite, estrujando el cuerpo esbelto.

—Gracias a ti, por confiar en mi.

Estuvieron un largo rato así, olvidando por completo que afuera yacía un concierto a medias.

— ¡Oh!, cierto—YunHo se alejó del menor, acercándose a la mesa para buscar algo en especifico.

— ¿Qué ocurre?

—Quiero darte esto—extendió los brazos, y la playera negra que SiWon le hubo dado anteriormente, fue descubierta—me la mandó Chul, dijo que se la diera...a alguien muy bonito.

El sonrojo fue inevitable, las manos cálidas otorgándole la tela, el rose de las manos de YunHo con las suyas.

Tan exquisito.

Y no pudo pensar, ni detenerse. Arropó las mejillas de YunHo con sus palmas, y sus labios buscaron donde posarse.

Cayeron sobre los del Jung. Quedos y mudos, delicados y decididos.

—ZhouMi...—la playera cayó al suelo. YunHo tenía los ojos abiertos, sin embargo cuando divisó el pequeño espejo frente a él, y en este el reflejo de ChagMin, no lo dudó. Se obligó a cerrarlos.

Tratando de aparentar que disfrutaba la situación.