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Caliente, caliente, caliente.

YunHo rodó sobre su vientre y sus rodillas se estamparon contra el colchón, la sábana blanca hecha remolinos y remolinos desordenados. La punta de su pene erecto se clavó contra la sábana, y su trasero palpitaba, rojo y dilatado.

ChangMin sonrió, con el corazón convertido en una bestia salvaje que corría, sin querer detenerse. Acercó un dedo y sin cuidado alguno lo introdujo al círculo caliente de YunHo, quién tembló, tomado por sorpresa.

El gorro navideño rojo y blanco que YunHo llevaba en la cabeza, se balanceó de lado a lado mientras ChangMin inmiscuía dos dedos más a la tarea.

YunHo jadeaba, sin oponerse, cediendo mansamente a las manos de ChangMin que posesivas, clamaban todo su cuerpo.

Shim se aburrió prontamente de dar placer a YunHo sólo con los dedos, así que acercó su boca, decidido, y comenzó a explorar el interior suave de YunHo con la lengua, extasiado, cerrando los ojos y sintiendo con su lengua los pliegues suaves y rosas. YunHo gimió, y buscó en cuánto pudo, acariciar su propio miembro para mancillarlo torpemente. Sus rodillas reclamaron, cansadas de cargar así su cuerpo, pero ChangMin seguía, adentrando cada vez más su lengua juguetona dentro de YunHo.

Las piernas de YunHo se volvían más fáciles mientras más tiempo transcurría, cuándo ChangMin saco la lengua de su interior, las piernas de YunHo habían creado un arco ancho y caliente, dónde ChangMin introdujo la mano para acariciar su miembro, erecto de nuevo.

ChangMin volteó a YunHo sin problema y le besó los labios, mordiendo su labio inferior con ahínco y clamando por entrar a su boca, caliente, tersa. Cuándo YunHo pensó que por fin tendría a ChangMin dentro de él, de nuevo, ChangMin lo bajó a la altura de su pelvis y lo mantuvo allí, dándole una orden demandante.

El pene lucía enorme, y él sintió su boca más pequeña que nunca. Pero tenía hambre, así que intentaría comer aunque no pudiera con todo. Abrió la boca y la punta se sumergió con facilidad dentro, estaba pegajosa pero YunHo siguió bajando, hasta un punto en que creyó que no podía más, pero ChangMin le dio un empujón desde arriba, sobre su cabeza, y fue capaz de mantener en su boca toda la longitud de ChangMin. ChangMin dentro de él, de nuevo, aunque de una forma distinta. Mareado por el pensamiento soltó el miembro y se dio un respiro, luego volvió a engullirlo por completo, permitiéndose morder la punta y jugar con los testículos, los lamió y sintió entre sus dientes los fabricantes del semen de ChangMin, de la semilla de ChangMin, de lo que lo llenaba cuándo su amor culminaba. Le encantó la sensación, así que estuvo largo rato lamiendo los testículos con adoración, pasándolos por sus labios y besándolos un poco, luego, consciente de que eso no era suficiente para ChangMin, siguió lamiendo el miembro, hasta que Shim lo tomó por la cabeza y mantuvo su mano allí firme. Ya viene, pensó, y sus movimientos se hicieron más rápidos y los de ChangMin más torpes, pasados unos segundos un líquido caliente y ligeramente espeso cayó sobre su lengua, llenándole la boca.

—Trágalo—pidió Shim, con voz exhausta.

Pero YunHo ya sabía que debía hacerlo, lo hizo y la calidez bajó por su garganta, sus labios estaban llenos de ChangMin y su lengua también, ChangMin lo ayudó a tragar lo que quedaba y lo besó cuándo terminó.

—Buen chico—lo felicitó, pero sinceramente, YunHo quería que lo felicitara estando dentro, muy dentro de él.

ChangMin lo tomó por las nalgas y lo montó sobre él, YunHo internamente lanzó un grito de emoción.

El miembro de ChangMin comenzó a adentrarse en los recovecos suaves de YunHo, su trasero casi por sí solo apretó el pene de ChangMin, recibiéndolo alegremente. La boca de YunHo cayó sobre la de ChangMin cuándo todo el miembro estuvo dentro, se besaron y el vaivén comenzó. Era la segunda vez en la noche que estaban así, por lo tanto YunHo ya no sentía dolor, sino un placer adictivo y aplastante, quería estar así con ChangMin por siempre, su cuerpo también, pues recibía a ChangMin cómo si ellos dos ya fueran uno solo.

ChangMin tomó sus nalgas y las apretó, también las golpeó un poco y las volvió color rubí con ello. YunHo jadeaba con ello, y se dejaba hacer, desde hace mucho tiempo que había entregado su cuerpo a ChangMin, y Shim podía hacer lo que quisiera con él. ChangMin lo mordió en el cuello y un nuevo chupetón se mostró, grande y rojo, que sería en un futuro color morado. ChangMin mordisqueó su cuello varias veces y cuándo YunHo se apartó un poco, mostrando su rostro, ChangMin le besó en los labios, en los pómulos, en las mejillas, en las cejas y en los parpados, YunHo devolvió los besos con ahínco pero con torpeza.

Cuándo las embestidas se volvieron tontas y YunHo ya no podía pensar, ChangMin se volvió más intenso y golpeó dentro de YunHo con más fuerza, cómo si buscara de verdad volverse uno con su pareja, de pronto, todo movimiento cesó, y el interior de YunHo fue inundado por ChangMin, caliente y abundante. Se quedaron así por un rato, ambos respirando con dificultad, YunHo sonrió sintiéndose satisfecho, tenía a ChangMin dentro de él y a su semilla, su corazón palpitaba, contento.

Transcurridos unos momentos, ChangMin salió de él, y la semilla siendo abundante, comenzó a descender por las piernas de YunHo.

—Eso es para ti, sólo tuyo, ¿por qué no lo aprecias? —se quejó ChangMin, mirando cómo su propia semilla se escabullía, lejos del tierno interior de su amante.

—Lo siento—masculló YunHo con suavidad, sin saber que más hacer.

ChangMin tomó a YunHo por la cintura y lo haló hacía él, poniendo las piernas de YunHo sobre las suyas. El gorro navideño se había caído en algún momento de la actividad, ChangMin lo tomó y se lo colocó a YunHo, no sin antes peinar deficientemente el cabello castaño. Cuándo terminó, buscó sus ojos y sonrió.

—Feliz décimo aniversario.

YunHo sonrió, como si fuera un niño que obtiene el regalo que pidió. Se abrazó a ChangMin y ChangMin lo abrazó a él.

—Feliz aniversario ChangMin-ah, quédate siempre conmigo.

ChangMin ocultó su sonrisa detrás del hombro de YunHo, y aceptó, en silencio.