Un fracaso en el amor es, para el hombre, cómo una misión
cumplida.
Los corazones están hechos para ser rotos.
Oscar Wilde.
Otra
vez estás aquí.
Tu
largo cabello negro se extiende, húmedo contra la almohada.
No sé
porque sigue húmedo. ¿Tus lágrimas llegaron a el?
Sólo
puedo escuchar tu respiración cuando me inclino para besarte la frente.
Cuando
estábamos juntos, roncabas levemente, pero ahora no lo haces más.
Quizá
es porque terminas demasiado cansado luego de llorar.
Esa es
nuestra rutina.
Cuando
vienes a verme, estás llorando.
Te
acaricio y abrazo, suplicando porque te detengas, te beso. Pero continúas.
Continúas
hasta que te ayudo a tomar un baño y, mientras te seco el pelo, terminas
completamente dormido sobre mi colchón.
Y
nunca dices nada.
La
noche llega, pero yo no tengo corazón para despertarte.
Sé que
es en la noche cuando él regresa, demandando tu presencia dulce y sumisa en su
cama. Sé que si no te encuentra se preocupara y enojara, y golpeara su ira
contra ti cuando regreses.
Pero a
pesar de eso, e incluso sabiendo que serás lastimado.
Aún
así, no puedo despertarte.
Perdóname.
Sigues
durmiendo y pareciera que no fueras a despertar en años.
Ni
siquiera te mueves, y tu boca está cerrada.
Siempre
que vienes hacía mí, duermes, duermes y duermes.
Una
vez leí que las personas que dormían mucho se sentían muy solas.
YunHo-ah,
¿te sientes solo?
Si yo,
estando aquí para ti, dispuesto a recibirte en cualquier momento y frente a
cualquier circunstancia no sirvo para hacerte sentir mejor, entonces no entiendo
porque sigues viniendo.
Te lo
dije.
Yo no
soy alguien que pueda pasar toda la vida junto a alguien más.
Ni
siquiera contigo.
Yo sé
que quieres volver a mí, y que yo te he rechazado todas esas veces.
Sé que
él todavía no significa nada y que es sólo un chico al que conociste y
aceptaste mientras sigues rogando por mi amor.
Tú ya
tienes mi amor YunHo-ah.
Pero
no vas a tenerme a mí.
No
pido que entiendas todo esto, yo nunca esperaría eso de ti.
Para
ti, si dos personas se aman deben estar juntas y luchar por no perder nunca ese
amor.
En mi
caso, no es así.
Yo sé
que vamos a terminar haciéndonos daño cuando, inevitablemente, este amor
desaparezca.
Yo sé
que las cosas que ahora amo de ti, van a ser eclipsadas por las muchas cosas
que odio.
Yo sé
que va a llegar un momento donde yo deseare no haberte conocido.
Pero
tú eres incapaz de ver eso.
Tú
sólo jugueteas y sonríes, diciendo que me amas.
Sólo
ves el sol que podríamos tener juntos, pero no te das cuenta de que aceptar
tener un día soleado podría traernos delirios llenos de tormenta.
Antes
tratabas de hacerme decir que te amo, pero ahora lo único que buscas es que
limpie tus lágrimas y tu cuerpo.
Eso no
está tan mal para mí.
Ya ni
siquiera hablamos.
Comienzo
a pesar que todas esas frases cómo ‘no llores, yo estoy aquí, no llores cielo,
no llores mi amor’ en lugar de decirlas con mi voz cómo creo, en realidad se
quedan sólo en mi mente y únicamente hay silencio a nuestro alrededor.
Trate
de buscar alguien que pudiera cuidar de ti.
Alguien
que te amara y que estuviera dispuesto a aceptar que sigues amándome a mí.
Pero
tú…
Tú.
Tú
sigues siendo tan tú.
Y yo
estoy demacrándome.
Las
únicas veces que te veo estás llorando. O durmiendo. O cerrando los ojos con el
cuerpo desnudo mientras yo te baño.
Tu
alma está rota.
Pero
yo te conozco YunHo.
No
estarás así por mucho tiempo.
En
cuanto yo me vaya, podrás estar bien.
Sonreirás
de nuevo, tendrás amigos nuevos con los que juguetear y te enamoraras otra vez.
Con
algo de suerte, ese alguien no romperá tu corazón.
Serás
tú quien lo haga, espero.
Ya que
el turno donde tu corazón es el roto, ya fue ocupado por mí.
Una
vez por vida es suficiente YunHo.
No
dejes que haya dos veces en está para ti.
He estado evitando tus ojos, y tú ciertamente no tienes intención de ver los míos.
Lo único que veo en esas lagunas castañas que son capaces de brillar más que la estrella más grande cuando están felices, son miles de preguntas, pero todas son la misma.
Sabes cuál es, ¿cierto?
He estado evitando tus ojos, y tú ciertamente no tienes intención de ver los míos.
Lo único que veo en esas lagunas castañas que son capaces de brillar más que la estrella más grande cuando están felices, son miles de preguntas, pero todas son la misma.
Sabes cuál es, ¿cierto?
¿Por qué?
Fue un
acierto comprar el colchón más grande del mercado.
Al parecer te gusta mucho.
Al parecer te gusta mucho.
Por
las mañanas, él viene a buscarte.
Cuando el timbre suena sólo una vez, sé que es él.
Vestido muy formalmente a pesar de ser tan temprano, con bolsas negras bajo sus grandes ojos y los anchos labios secos.
Nosotros tampoco nos decimos nada.
Yo abro la puerta y él se introduce y recorre el camino hacia mi cuarto.
Recorrido que a su pesar, no será capaz de olvidar nunca. Ha venido tantas veces.
Te carga entre sus brazos cómo una novia y tú no despiertas.
Pareces una muñeca de porcelana sin vida que recarga su mejilla contra el pecho fuerte de un joven empresario.
Oh, tal vez las cosas son así exactamente.
Dejo que se lleve la sábana, porque afuera hace frío y no quiero que enfermes.
Desaparece junto contigo y yo cierro la puerta.
El lugar que ocupabas en mi cama está todavía caliente, y yo me alejo cuanto puedo de el.
Es desagradable.
Cuando el timbre suena sólo una vez, sé que es él.
Vestido muy formalmente a pesar de ser tan temprano, con bolsas negras bajo sus grandes ojos y los anchos labios secos.
Nosotros tampoco nos decimos nada.
Yo abro la puerta y él se introduce y recorre el camino hacia mi cuarto.
Recorrido que a su pesar, no será capaz de olvidar nunca. Ha venido tantas veces.
Te carga entre sus brazos cómo una novia y tú no despiertas.
Pareces una muñeca de porcelana sin vida que recarga su mejilla contra el pecho fuerte de un joven empresario.
Oh, tal vez las cosas son así exactamente.
Dejo que se lleve la sábana, porque afuera hace frío y no quiero que enfermes.
Desaparece junto contigo y yo cierro la puerta.
El lugar que ocupabas en mi cama está todavía caliente, y yo me alejo cuanto puedo de el.
Es desagradable.
Si nos
detuviéramos a hablar un poco él y yo, te aseguro que se comprometería a regresarme
todas y cada una de las sábanas que te
has llevado.
Es un buen chico. Demasiado considerado y cortés.
Por eso es que me sorprendí cuando vi los moretones en tus brazos y luego el golpe en una de tus mejillas.
Pero sabes porque lo hace ¿no?
Él es tan joven y ya es presidente de una empresa, tiene estrés para regalar y su novio, un chico hermoso y nostálgico se escapa de vez en cuando a la casa de su ex amante.
Se queda a dormir allí.
Él piensa que nos acostamos, YunHo.
Yo no he querido decirle nada porque encuentro demasiado divertidas las furtivas miradas que da a mi entrepierna.
Yo soy más grande que él.
Es un buen chico. Demasiado considerado y cortés.
Por eso es que me sorprendí cuando vi los moretones en tus brazos y luego el golpe en una de tus mejillas.
Pero sabes porque lo hace ¿no?
Él es tan joven y ya es presidente de una empresa, tiene estrés para regalar y su novio, un chico hermoso y nostálgico se escapa de vez en cuando a la casa de su ex amante.
Se queda a dormir allí.
Él piensa que nos acostamos, YunHo.
Yo no he querido decirle nada porque encuentro demasiado divertidas las furtivas miradas que da a mi entrepierna.
Yo soy más grande que él.
Debería
ser más maduro.
Está
fue nuestra última vez, no voy a verte más.
Voy a mudarme a un lugar donde no estés dispuesto a seguirme.
No.
Ni siquiera voy a permitir que me busques.
Voy a mudarme a un lugar donde no estés dispuesto a seguirme.
No.
Ni siquiera voy a permitir que me busques.
Me
siento cómo un anciano dejando la casa que ha habitado por ochenta años.
Y es algo cómo eso.
Tú fuiste mi hogar y mi refugio por cuatro.
Pero yo he decidido ser más valiente.
Y es algo cómo eso.
Tú fuiste mi hogar y mi refugio por cuatro.
Pero yo he decidido ser más valiente.
Es
ridículo.
Pero no pude evitar la sensación de una risa fuerte haciendo cosquillas en la comisura de mis labios cuando un mensajero me pidió que firmara para indicar que había recibido el paquete.
Una caja innecesariamente pesada.
Sólo tuve que ver el remitente para saber que había dentro.
Pero no pude evitar la sensación de una risa fuerte haciendo cosquillas en la comisura de mis labios cuando un mensajero me pidió que firmara para indicar que había recibido el paquete.
Una caja innecesariamente pesada.
Sólo tuve que ver el remitente para saber que había dentro.
YooChun empujó el formulario hacía el mensajero de nuevo,
con la sonrisa y los ojos apagados.
—Hágame un favor—pidió.
—Dígame, veré que puedo hacer por usted.
—Lleve esto al refugio de ancianos de la ciudad, indique que son de parte de Jung YunHo y pida que le envíen unas rosas blancas en agradecimiento. Le daré su dirección.
El joven escuchó con atención y YooChun apuntó la dirección del departamento que ocupaban YunHo y su novio, en la envoltura de un chocolate que traía en una de las bolsas de su pantalón.
—Tome. Puede quedarse el chocolate.
—Gracias pero joven, aún tiene que firmar para indicar que el paquete llegó primero a usted.
—Ah, vale—YooChun firmó con un rayón, nada parecido a su firma—pero asegúrese de hacer todo lo que le dije—refutó, mientras leía lentamente aquel nombre que ya casi había olvidado.
—No hay problema—el mensajero le sonrió y YooChun cerró su departamento por última vez.
Su vuelo salía en cuarenta minutos.
—Hágame un favor—pidió.
—Dígame, veré que puedo hacer por usted.
—Lleve esto al refugio de ancianos de la ciudad, indique que son de parte de Jung YunHo y pida que le envíen unas rosas blancas en agradecimiento. Le daré su dirección.
El joven escuchó con atención y YooChun apuntó la dirección del departamento que ocupaban YunHo y su novio, en la envoltura de un chocolate que traía en una de las bolsas de su pantalón.
—Tome. Puede quedarse el chocolate.
—Gracias pero joven, aún tiene que firmar para indicar que el paquete llegó primero a usted.
—Ah, vale—YooChun firmó con un rayón, nada parecido a su firma—pero asegúrese de hacer todo lo que le dije—refutó, mientras leía lentamente aquel nombre que ya casi había olvidado.
—No hay problema—el mensajero le sonrió y YooChun cerró su departamento por última vez.
Su vuelo salía en cuarenta minutos.
El mensajero suspiró antes
de agacharse para recoger el empaque, pero entonces recordó que aún tenía en la
mano el chocolate, iba a enderezarse pero miró el chocolate primero.
Una calle, una avenida, y un departamento sin número.
El chico había escrito la dirección con plumín y al correr sus dedos por el chocolate el mensajero había borrado el número.
Chistó y volteó hacia donde se había ido el chico.
Ya no había nadie, la puerta del ascensor estaba cerrada, el edificio tenía cien pisos y había por lo menos diez pasillos antes de llegar al ascensor.
Se encogió de hombros y guardó el chocolate en uno de los bolsillos de su chaqueta impermeable.
Iba a coger el empaque mas decidió revisar el formulario primero.
Sobre la línea que decía Park YooChun, un único rayón inentendible se presumía cómo firma.
Joder, eso ya no estaba permitido.
Con rapidez sus ojos volaron hacia el remitente, por pura curiosidad momentánea.
Sólo un paseo rápido por las letras para leerlas, guardó el formulario y se agachó para está vez tomar exitosamente el paquete entre sus brazos.
Wow, Park YooChun, Shim ChangMin.
Ambos eran nombres bonitos.
Lastima que el tal Jung YunHo no tendrá sus flores.
Entonces su ceño se frunció en perspicacia tardía.
¿Jung YunHo?, si el chico destinatario se llamaba Park YooChun y el remitente Shim ChangMin, ¿por qué las flores debían ser enviadas a alguien más?, a alguien llamado Jung YunHo.
Agitó la cabeza, dejando que la extrañeza se alejara para seguir con su día laboral en paz.
Después de todo ya no importaba.
Ningún Jung YunHo recibiría rosas blancas ese día.
Pero los ancianos estarían muy contentos con cualquiera que fueran las cosas que contuviera esa caja.
Una calle, una avenida, y un departamento sin número.
El chico había escrito la dirección con plumín y al correr sus dedos por el chocolate el mensajero había borrado el número.
Chistó y volteó hacia donde se había ido el chico.
Ya no había nadie, la puerta del ascensor estaba cerrada, el edificio tenía cien pisos y había por lo menos diez pasillos antes de llegar al ascensor.
Se encogió de hombros y guardó el chocolate en uno de los bolsillos de su chaqueta impermeable.
Iba a coger el empaque mas decidió revisar el formulario primero.
Sobre la línea que decía Park YooChun, un único rayón inentendible se presumía cómo firma.
Joder, eso ya no estaba permitido.
Con rapidez sus ojos volaron hacia el remitente, por pura curiosidad momentánea.
Sólo un paseo rápido por las letras para leerlas, guardó el formulario y se agachó para está vez tomar exitosamente el paquete entre sus brazos.
Wow, Park YooChun, Shim ChangMin.
Ambos eran nombres bonitos.
Lastima que el tal Jung YunHo no tendrá sus flores.
Entonces su ceño se frunció en perspicacia tardía.
¿Jung YunHo?, si el chico destinatario se llamaba Park YooChun y el remitente Shim ChangMin, ¿por qué las flores debían ser enviadas a alguien más?, a alguien llamado Jung YunHo.
Agitó la cabeza, dejando que la extrañeza se alejara para seguir con su día laboral en paz.
Después de todo ya no importaba.
Ningún Jung YunHo recibiría rosas blancas ese día.
Pero los ancianos estarían muy contentos con cualquiera que fueran las cosas que contuviera esa caja.
Esto lo
escribí mientras mi cachorro MinHo dormía en la cama de mi hermana. Él me dio
este sentimiento para plasmarlo en un fanfic.
El amar
a alguien, pero saber que si te quedas a su lado sólo causaras daño.
¿Por
qué?, MinHo era muy agresivo, no conmigo. Sino por ejemplo con mi mamá, era
desobediente y tenía energía de sobra. Energía que mi pequeña casa no podía
soportar.
Por eso,
lo mejor fue regalarlo a alguien más. Hoy se
lo llevaron. Acaban de llevárselo.
Sin
embargo esta es la tercera vez, la primera sólo lo regresamos con mis tíos quienes
nos lo dieron originalmente, así que cuando ellos venían de visita MinHo venía también
y podíamos verlo. Cada que venía lucía muy emocionado, pero al mismo tiempo
lloriqueaba. La
segunda vez fue con alguien que vivía más lejos, MinHo se escapó y llegó aquí
hoy. Así que esta es la tercera.
Y yo sé
que fue lo mejor, yo fui quien hablo con mi hermana y luego con mi padre para
que lo regalaran en primer lugar.
Y al
mismo tiempo soy yo quien más lo ama y quien más lo va a extrañar.
Que te vaya muy bien cielito. Ya sabes que yo siempre voy
a amarte.
Por alguna razón, pensé en la canción W de JYJ.
Voten por TVXQ en los MAMA 2012
ResponderEliminarmama.interest.me/poll
Qué puedo decir, entiendo un poco de ese sentimiento, quizás más de lo que pienso, pero qué importa. Me gustan los escritos así, pequeños y con un único sentimiento a trasmitir. No sé, es hermoso. Gracias por compartirlo y ánimo, tu mascota estará bien. Ten un buen día (:
ResponderEliminarMe llego al corazon . Fue hermoso .. y Te Entiendo .. Ser tu misma la que pida que se lleven a tu Minho .. es muy Triste .. Yo tmb .. pase casi por la misma situacion .. solo que a mi .. mi pequeño fox .. estubo muy mal .. Tratamos de hacer de todo .. Lo llevamos al veterinario .. y nos dijeron que no tenia nada .. que solo ha comido algo mal . pero le pasara y no que mas . y pocos dias despuesmi bb .. Murio ..T_.T .. rie .. Estuo muy triste el oneshot .. ! Me gusto :)
ResponderEliminarque bonitouuuu ;w;
ResponderEliminaraunque no entiendo, yo estoy actualmente en la misma situacion que tu, mi perrita, se llama evolet y tiene el mismo temperamente de minho, destruye todo a su paso, no ha aprendido a hacer sus necesidades donde debe, la semana pasada puse el arbol de navidad y lo partio, me ha destruido peluches, y comido zapatos a mi papa, ellos ya no la soportan, cada dia parece que se convirtiera mas salvaje. pero acaso el amor no se trata de soportarlo todo? regalar a mi perrita seria como traicionarla porque ella solo confia en mi, me ama a mi, y no es un ser humano que analiza lo que hace, ella simplemente lo hace. por eso, aunque mis padres esten hartos de ella, y a veces parece que yo tambien, cada vez que la miro veo su amor y la inocencia que todo animal tiene. los corazones no estan hecho para ser rotos, estan hecho para cultivarlos, para llenarlos de amor y de seres que te hacen la vida feliz. :3 de igual forma no dudo lo dificil que fue para ti dar a minho, espero que algun dia se encuentren y este te recuerdo con alegria y no haya resentimiento en lo que se le puede decir a los animales "alma"
Gracias por tu comentario.
EliminarA decir verdad, podría decirse que ahora me siento arrepentida de haber regalado a MinHo.
Pero ya nada se puede hacer.
El punto es que definitivamente, siento que me rendí muy rápido. Debí haber tratado de educarlo por más tiempo, incluso si en el proceso hacía cosas más graves.
Pero es una pena realmente. Ya que él no está más conmigo.
Que estés bien, y que Evolet lo este igual.
Espero que pronto pueda ser una mejor compañía, una compañía que también sean capaces de disfrutar tus papás.
Personalmente, me gusta mucho esa frase de Wilde, pero coincido contigo, los corazones no están hechos para ser rotos.