Segundo acto

YunHo escondió la cara tras su brazo, TOP le aventó una almohada y YunHo se lo agradeció inmensamente.

—Ya son las siete—puntualizó el menor,  toda la mansión estaba a oscuras y el único sonido que la inundaba era el que producía el televisor—ChangMin aún no llega—expuso preocupación y YunHo se llenó la boca de palomitas— ¿dónde crees que este?

—Fojando for aji—respondió, sin embargo Choi le entendió perfectamente.

—Oye, sé que ChangMin es un maldito ninfómano, pero ni siquiera él puede tener sexo todo el tiempo.

SeungHyun esperó respuesta de YunHo mientras lo observó comer las palomitas dentro de su boca lindamente, pero antes de que las mejillas de YunHo volvieran a su tamaño normal la puerta principal se abrió, dejando ver a un ChangMin algo despeinado y con una ligera capa de sudor en el rostro.

—Bienvenido—atinó a decir Choi—hay comida en el microondas.

—Ya comí—ChangMin caminó sobándose el cuello hacia una pequeña mesa que tenía una jarra con agua y un vaso.

—Follarte a una chica no cuenta cómo comida, ChangMin—insistió TOP.

—Fueron dos, en realidad, pero con decir que ya comí me refiero a alimentos, claro si así se le puede llamar a una hamburguesa grasienta y papas fritas—mientras contestaba se sirvió agua en el vaso, SeungHyun se incorporó en cuanto notó eso.

—Ese vaso es de YunHo, deja que te traiga otro…

—Oh no, está bien. Después de todo cualquier enfermedad sexual que pueda tener no puede pasármela de este modo, ¿verdad Yunnie?

YunHo le miró con los ojos muy abiertos, sin decir nada. ChangMin se acabó el agua y subió a su habitación.

—Por cierto, eligieron mal día para escaparse a follar, tuvimos examen de matemáticas.

Y sin más, desapareció.

— ¿Cómo vas en matemáticas, YunHo? —preguntó Choi sinceramente preocupado.

—Voy bastante bien, no creo que me afecte no haber realizado un examen.

—Uff—suspiró aliviado—menos mal, aunque yo no puedo decir lo mismo tan tranquilamente.

YunHo le sonrió. SeungHyun a veces parecía preocuparse más por él que por sí mismo.

—Mañana entramos tarde, ¿qué te parece si me quedo a dormir y estudiamos un poco?, si te portas bien hablare con el profesor y podrás hacer el examen.

— ¡Oh, YunHo!, ¿qué haría sin ti querido? —le apretó una mejilla con sumo cariño dramático, YunHo se rió cómo niño pequeño.

—Morirías.

A medianoche YunHo se revolvió en la cama y al fin despertó, de repente le había dado mucha sed y se sentía incapaz de ignorar su necesidad para atenderla por la mañana, deslizó sus pies descalzos fuera de la colcha, con un cuidado endemoniado para no despertar a  SeungHyun aunque sabía que su amigo no tenía un sueño para nada ligero.

Salió del dormitorio y bajó las escaleras, encontrándose con la novedad de que la luz de la cocina estaba encendida, era posible que ChangMin estuviera dentro pero quiso pensar que simplemente se habían olvidado de apagarla. Además la garganta le escocía de la sequedad y no podría volver a dormir lidiando con eso.

Cuando se introdujo en el cuarto el gran miembro de ChangMin lo recibió. El Shim se estaba masturbando con los ojos cerrados y su mano bajaba y subía por su gran extensión de carne, YunHo tuvo el impulso de salir corriendo, el interior de su trasero aún adolorido se contrajo, cómo recordando que aquel amigo lo había llenado más de una vez, de un modo no muy amable.

Desvió la mirada y se acercó al refrigerador, dispuesto a sacar una botella de agua fría e irse, sin embargo cuando tomó el envase entre sus manos un brazo largo se posó frente  a él, recargándose del refrigerador.

— ¿Cuántas veces lo hicieron hoy tú y SeungHyun?

A YunHo se le atoraron las palabras, ChangMin le hablaba sin dejar de acariciarse.

—No sé…de que hablas.

—Ustedes tienen una relación sexual, ¿crees que me creo que pueden quedarse solos sin hacer nada?, ¿cuántas veces lo hicieron?, ¿usaron condones?, ¿o es que a él lo dejaste venirse dentro desde el principio?

YunHo apretó los parpados, incapaz de contestar a todas aquellas suciedades.

¡Era virgen antes de hacerlo contigo!, ¡me he mantenido virgen porque desde hace mucho…sólo tú me gustas!

— ¿Por qué…te interesa?

—TOP una vez me dijo que le llamaba la atención el voyerismo, ¿no me digas que lo practicaron hoy?, ¿él se lamia los labios mientras alguien más se follaba a su putita? —la respiración de ChangMin se pegó a uno de sus oídos y el pene erecto golpeó contra el muslo de YunHo. — ¿Cuándo repetimos lo de la ultima vez?

—Acabas de tener sexo…—dijo a modo de reclamo.

—Tú también—contraatacó ChangMin—y creo que empiezas a ponerte duro, probablemente nuestros índices de sexo sean más o menos los mismos.

YunHo quería reírse tanto de sí mismo, incapaz de empujar al chico pegado a él o de aclarar las cosas.

— ¿Quieres ser mi amigo con derecho a sexo? —La respiración se le detuvo cuando ChangMin hurgó en sus bóxers y sacó su flácido miembro, comenzando a masturbarlo—va a ser divertido.

YunHo empujó a ChangMin con ambas manos, el otro muchacho lo miró desconcertado por sus acciones.

—Ya tienes un montón de muñecas de plástico, ¡déjame en paz!

— ¿Por qué de repente te pones decente?, ¿cansado de ser puta?

YunHo parpadeó lentamente mientras metía su miembro de vuelta en sus bóxers con torpeza.

Ah, claro. ChangMin creía que era una puta.

—Comienzo a cansarme del sexo—dijo, inepto a pensar en algo mejor.

— ¿No me digas que lo hiciste tanto con mi hermano que estas cansado? —YunHo vio incrédulo cómo ChangMin tomaba su gran polla erecta y la metía dentro de sus bermudas, creando un gran bulto—tranquilo, ya pasara. Piénsalo y me dices luego, amigo con derecho a sexo.

YunHo salió de la cocina sin decir nada más.