¿Acaso pensaban que él podía unir y hacer crecer el amor entre todos los seres del planeta sin ayuda alguna?
Cupido tiene su escuadrón, su clan de guardianes. Seres que a pesar de haber sido humanos, murieron puros e inocentes, subiendo así de nuevo al cielo para comenzar a prepararse y fungir en un futuro cómo guardianes.
Él día que el alma de un joven con ojos color chocolate llegó, Cupido no dudó en que seria un excelente guardián.
Las almas reciben un largo entrenamiento y al completarlo, son designadas para cumplir un tipo de misiones en especial.
"Hacer creer en el amor nuevamente, a quien ha decidido ignorarlo".
Ese fue lo que asignó Cupido, el día en que Jung YunHo se convirtió en guardián...por segunda vez.
"Harás que los ojos opacos por las lagrimas, vuelvan a brillar, conseguirás que un corazón muerto reviva. Lograras que alguien, ame a otro alguien de nuevo."
Cogió con fuerza la mochila sobre su hombro antes de que esta resbalara gracias a la velocidad a la que corría. Iba tarde.
Los zapatos blancos refulgían contra el piso con fuerza y el cabello rubio destilaba el perfume que provocaba estar recién bañado. Miró un poco hacia arriba, el cielo blanco estaba cual siempre, bello pero opaco, majestuoso pero vacío.
—Ojala pudiera verlo otra vez—muchos guardianes le habían contado lo precioso que seguía siendo el cielo en el mundo de los humanos, y a pesar de que amaba con locura el mundo donde vivía, quería verlo y comprobar si era tal y como recordaba.
Sonrió para si, aquel era su último día como aprendiz, y estaba corriendo rumbo a que le designaran una misión y un nuevo objetivo.
—Puesto que no serví para el primero...—su pecho dolió un poco al recordarlo. Pero rápidamente se recompuso y apretó el paso.
Cupido no estaría feliz si su guardián favorito llegaba a medio discurso.
—Los humanos son temerosos y depresivos en muchas ocasiones, son seres que se echan hacia atrás fácilmente a pesar de tener muchos deseos de amar. Por eso mis preciosos guardianes, existimos nosotros. Ellos no lo saben—se interrumpió un poco para mirar a YunHo, quien se escabullía entre los asientos para tomar el suyo y le sonreía apenado—pero siempre estamos allí, cuidando sus corazones.
Una tanda de aplausos se abrió paso entre la paz del lugar, Cupido mostró una sonrisa a todos, pero era a uno en especial a quien se la dirigía.
—Ahora, nuestro líder asignara a cada nuevo guardián una misión y un objetivo que deberán cumplir siempre, ya todos han firmado un juramento consigo mismos y con el clan. Son nuestros nuevos guardianes, los que cuidaran los corazones de la nueva generación humana—anuncio un guardián asistente de Cupido.
Aplausos, y más dolor. YunHo sabia, que un acuerdo puede fácilmente romperse.
Los recién proclamados guardianes comenzaron a pasar uno a uno frente a Cupido.
—Guardián Kim JaeJoong, tú ayudaras a que un amor excesivo no se convierta en uno enfermo. Lucharas porque solo existan amores sanos e independientes—tocó su frente, la cual brilló un momento para luego volver a la normalidad—tu primera misión será Choi SeungHyun.
—Gracias—JaeJoong asintió y avanzó dos pasos, dejando a YunHo frente a Cupido.
—YunHo.
—Señor—hizo una reverencia y el líder lo abrazó levemente.
—Nos seas tonto, sabes que puedes hablarme por mi nombre.
—Cupido.
Golpeó la cabeza rubia con sutileza, sin dejar de sonreír.
—No ese. "Bi", o "Rain", tú escoges.
— BiRain.
— ¡Cielos!, no cambias ¿verdad?
—Señor—carraspeo el guardián que iba esperando tras YunHo.
—Oh, lo siento—sonrió al Jung—tú, guardián Jung YunHo harás lo que los humanos nunca han logrado conseguir solos. Regaras las plantas de sus corazones, despertaras sus ganas de amar, sus deseos, pero por ende sus miedos. Harás creer en el amor nuevamente, a quien ha decidido ignorarlo—y tocó su frente con la palma, un tacto casi exagerado comparado al que les ofrecía a los demás guardianes. La frente de YunHo brilló intensamente y el resplandor bajó envolviendo todo su cuerpo unos instantes, para después desaparecer súbitamente.
—Felicidades—Rain lo abrazó con fuerza—has vuelto.
Y YunHo solo atinó a aferrarse a la blanca espalda del mayor, a pesar de que seguramente todos los miraran descolocados.
Si, al fin había vuelto.
— ¡Mira YunHo!, ¡se mueve! lo lograste, ¡esta vivo!—se abrazó a él un momento. —Felicidades.
Abrió los ojos con algo de pesadez, la noche no había sido nada pacifica. Rain había terminado por emocionarse de más con su regresó y lo arrastró con él para celebrar, aunque en realidad lo único que YunHo recordó que hizo en toda la noche, fue tratar de calmar los gritos desbocados de Rain y negando cada que el mayor lo alababa frente a alguna amistad.
—No puede ser—se tocó la cabeza, en la frente—Rain no me asignó una misión.
Y cayó en cuenta de algo. Le faltaba mucho para poder caminar hacia el futuro.
—Te amo YunHo, ¿tú me amas a mí?
Conseguir una cita con Rain, Bi, o Cupido, no era algo sencillo. Pero ir a su oficina a cualquier hora, de improviso esperando que te atienda, era casi y por mucho imposible. A menos claro, que tu nombre sea Jung YunHo.
—Lo siento, yo no quería...
—Siempre que vienes es así, te disculpas y yo digo "no pasa nada". Tranquilo.
—Si quieres me voy...—se levantó, pero la fuerte mano de Rain lo impulsó hacia abajo nuevamente.
—Me gusta que vengas, ya deberías saberlo—sonrió, y YunHo logró tranquilizarse. Respetaba a Rain y lo que menos quería era importunarlo—bien, dime, ¿para que deseaba verme el recién guardián Jung YunHo?
—Ah si, sobre eso...Rain, ayer no me asignaste ninguna misión.
El semblante del mayor cambio, su sonrisa desapareció y su ceño se frunció preocupado.
—YunHo, ¿de verdad quieres hablar sobre esto?
—Soy un guardián, ¿porque no estoy protegiendo a nadie?
—Sabia que preguntarías por esto, pero no creí que tan rápido. Apenas terminaste ayer.
— ¿Rápido?, la última vez...—al darse cuanta de que mencionaba "aquello", calló. A Rain no le gustaba hablar del asunto, mas necesitaba decirlo—la primera vez se me asignó una misión de inmediato.
Rain le evitó la mirada, y su voz luego sonó áspera y pesada.
—La última vez...era una emergencia. No teníamos a nadie más, porque usualmente no mandamos a alguien tan joven para casos como esos.
YunHo lo miró sin decir nada. Rain mentía.
Pero, ¿por qué?
—Ya veo—se levantó del asiento suavemente—creo que no vas a asignarme ninguna misión ¿cierto?—Rain no respondió. —Iré a ver a BoA...
— ¡Por dios!, ¡YunHo!
—Sabes mejor que nadie lo mucho que deseaba volver a ser guardián, ir a la tierra y reparar corazones. Rain, anhelo eso—tomó las manos del mayor entre las suyas y miró directo a sus ojos.
—Y tú sabes que aunque no te conociera, sabría de más las ansias de tu corazón. Soy Cupido después de todo—sonrió, vencido.
— ¿Me darás una misión?—Rain se soltó.
—YunHo—y el tono hizo a Jung estremecer—tengo miedo, ¿y si ocurre de nuevo? Sabes perfectamente que esta vez no podre salvarte.
YunHo bajó el rostro, recordar que por su culpa el gran Cupido estuvo en riesgo de desaparecer, no era grato.
—No ocurrirá de nuevo Rain—mordió sus labios. También tenía miedo, pero no podía dejar que Rain se percatara, no.
No, porque eso lo haría sentirse más débil.
—YunHo—llevó una de sus manos al rostro—creo en ti. Por favor, cuida bien el corazón de tu protegido, pero no descuides el tuyo.
—Si—asintió, y Rain tocó su frente tal y como hizo el día anterior.
—Shim ChangMin, 18 años. Seúl, Corea. Esta destrozado, pero no lo dice a nadie. Ayúdalo, mi guardián—y sonrió, siendo correspondido con otra sonrisa temerosa.
Esta vez, no se equivocaría. Y una garantía de ello, era que su propio corazón estaba tan dañado que no podría volver a amar aunque quisiera. Nunca.
Woooo !! :'( , Estubo hermoso :(
ResponderEliminarRain :) tan tlindo este , aww
yunnie sera el guardan de Shim , ojala que estee malvado lo trate bn a mi bunny :'(