Aún

A Carol-unnie ♥  

Porque le encanta el 2U, y a mí me encanta ella. Lol ♥

Perdón por tan lamentable regalo.

"Nuestro primer beso fue caliente como el fuego".

No pudo evitar el sonreír al oír aquello. Pues sabia que no era cierto.

Su primer beso había sido torpe, absurdo, inocente, absolutamente tonto.

Y esa era la razón por la cual no había podido olvidarlo, incluso luego de tantos años.

Se pusieron totalmente tiesos al saberse correspondidos, por que después de todo, ¿que venia después?

Sabían a la perfección lo que debían hacer.

Lo siguiente era besarse, para reafirmar esos sentimientos que ahora sabían, sentían el uno por el otro.

Pero, ¿como hacerlo?

No es que no hubieran besado nunca antes pero, ¿besar a otro hombre no debía resultar algo...diferente?

YunHo creyó que debía ser el primero en avanzar, así que colocó su palma sobre la mejilla blanca para iniciar el acercamiento de rostros. Casi, buena movida, muy bien, más cerca, un poco más...

Y sus narices chocaron antes de siquiera rozarse un poco labio con labio.

Tontos.

Si acostumbrarse a los besos había sido raro, ignorar el repicar de sus corazones al abrazarse lo seria aún más.


Esta vez dejó emerger una sonora carcajada, esos recuerdos eran tan buenos...

"Se derrite como malvaviscos de chocolate, ¡oh my love!".

Malvaviscos de chocolate.

Los mismos que aquel último día de San Valentín juntos, se habían desperdiciado debido a que se enojaron tanto por que no la habían podido pasar juntos.

Además de que ese mismo día, al bonito de Mir se le había ocurrido declararsele a YunHo.

Si, nada lindo.

Sabia el por que del titulo, después de todo no era posible que palabras así fueran escogidas al azar.

No señor.

"Honey", así era como le llamaba cuando el maldito estaba de humor.

"Funny", una de esas muchas cualidades que el mayor le había dicho que veía en él.

"Bunny", eso le había regalado tiempo después de volverse novios, una tierna bolita de pelos blanca.

Un conejito, que sabiamente YunHo había nombrado "Bunny", en ese momento recordó haberse preocupado mucho por que probablemente al líder le pegaron muy fuerte en la cabeza, y quizá sus neuronas morían de más.

Sin embargo el lindo y tierno animalito que no dañó a nadie en su vida, excepto a JunSu, cuando mordió al delfín una vez que este trato de ver si su cola era desprendible.

Pero quitando eso, nunca, nunca de los jamases se había portado mal.

Rascaba su pancita a tiempo, comía hasta sentirse reventar, se dejaba acariciar por sus dueños y acudía a ellos cada que decían aquella palabra que lo dejaba harto.

Era una buen conejito blanco que hacia popo cada cinco minutos.

Entonces, ¿que había hecho mal?

Nada, sin embargo ChangMin no pensó lo mismo cuando lo aventó "incidentalmente a propósito" al excusado, alegando que desde que había llegado a sus vidas tenían menos comida, que estaba en crecimiento y su refrigerador no estaba listo para una boca más.

Al final el pequeño infortunado había durado olímpicamente una semana, gran misterio era el por que duró tal magnitud.

"Cariño, cariño, cariño, cariño, eres tan dulce".

¿Tambien le había parecido tan dulce cuando le encontró con los brazos alrededor del cuello de ese?

Se reprochó mentalmente, hasta ese momento solo había estado recordando cosas buenas, olvidando por un momento que aquel cuento de hadas había acabado como una tremenda comedia que finalizaba en muerte.

La muerte de un hermoso sentimiento.

Se talló los ojos, no quería llorar.

Aunque aún lo quisiera, aunque aún sufriera por ya no tenerle, no quería llorar.

Por mucho que le amara, no quería hacerlo.

—YooChun, ¿estas listo?

—JaeJoong-Hyung...

Observó como Jae se acercó, y rápidamente su semblante cambio al reconocer aquella exquisita voz saliendo de las bocinas negras.

Inestable.

—Tú...¿no ibas a prepararte?

Su cara le dio pena, sabia que JaeJoong ni siquiera tenia las fuerzas suficientes para escuchar a YunHo, aún si se trataba de algo previamente grabado.

—Si, lo siento—se aproximó al reproductor dispuesto a parar la canción. No quería hacer sufrir al otro.

—No, déjalo. Yo...

—De acuerdo.

Dejó encendida la radio y salio de la habitación, su Hyung realmente le provocaba más dolor que escuchar la canción que YunHo había cantado para él.

Sabia de los sentimientos del mayor, por que fue él mismo quien los ignoró para buscar su propia felicidad, dado que la de ambos tenia el mismo nombre.

Ser casi almas gemelas no era sencillo pero, ¿quien le iba a decir que se enamorarían de la misma persona?

Mas JaeJoong estaba en desventaja, al menos él tenia recuerdos, había sido la pareja de YunHo por mucho tiempo y había sentido aquel cuerpo caliente encima del suyo, mientras aquellas masculinas manos lo aprisionaban y la voz más sexy le decía al oído un "te quiero".

Que nunca evolucionó al "te amo", a pesar de todo.

Él tenia a sus recuerdos y alguna vez tuvo a YunHo.

JaeJoong no tenia nada, nada. No poseía nada a lo que aferrarse.

—YunHo-ah...tú lo amas, ¿verdad?

Escuchó la voz del otro impregnada de sollozos, pegado todo lo posible a la bocina para sentir aquella voz más cerca suyo, cuanto le fuese permitido.

—Nunca pudiste amarme a mi, pero a él lo amas, ¿no es cierto?

Entonces JaeJoong ya había descubierto que esa canción era para él, nada mal.

"Cariño, cariño, cariño, cariño, eres tan dulce".

Pero se equivocaba, no era así.

YunHo ya no lo amaba.

—Por eso hiciste esta canción...

Esa era la verdadera razón de la canción; el desamor.

El profundo desamor, su manera de anunciar que ahora su corazón tenia otro dueño.

—Ni tú, ni yo—sonrió, inmerso en tristeza para si mismo.

Tenia razón, ni él ni Jae, ni nadie.

Porque YunHo tenia a su amado al lado, muy al lado.

—Joder...

Y se alejó, esta vez por completo, hubiera querido decirle al mayor que no era cierto, que YunHo ya no sentía nada por él, pero no pudo.

Porque al menos para los ojos de JaeJoong, YunHo seguía siendo suyo y eso le gustaba, le agradaba, le fascinaba demasiado.

Y deseó por momentos que su Hyung no se equivocara, que sus sospechas fueran ciertas y que YunHo aún lo amara con la intensidad que sabia lo hizo una vez.

Quiso engañarse.

Pero la verdad, de más la sabia.

—YooChun, ¿vas a salir?

—No me esperen.

Desamor, esa era la razón por la cual YunHo le dedicó esa canción.

Amor, y esa era la causa por la que él salia corriendo.

"Eres un cobarde YooChun..."

Siempre lo supo.

"Ya no quiero más de ti".

E incluso quizá la razón por la cual esa relación no había funcionado, era por ser como era, por amar como amaba.

"Te quiero".

Se desplomó en la primera banca del parque que no huyo de su persona.

Era un tonto, un completo tonto.

—Si al menos una vez me hubieras dejado decirte lo mucho que te amaba...

Por fin se soltó a llorar amargamente, sin reproches, sin belleza que cuidar.

—Que te amo...

Y el sol detrás de él se ocultaba, acompañando a esos sentimientos que afloraban, pero que no podrían mostrarse a la persona a quien eran profesados.

Ya nada debería importar, pero seguía importando.

Importaba mucho, demasiado.

Todavía.