Ser

—YooChun-ah...

— ¿Hmm?

Movió su cabeza levemente para salir de su ensoñación, y cuando vio quien le hablaba no tardó ni poco en quitarse los audífonos a pesar de que estaba escuchando una buena canción.

— ¿Qué ocurre YunHo?

Esperó una respuesta que no llegó, el cuerpo del líder se paseó un poco por la habitación tímidamente, antes de dejarse caer en una silla frente a él.

—Nada...en realidad.

Pudo haberle mirado con extrañeza pero no lo hizo, simplemente siendo YunHo ya era demasiado extraño.

Cuando quiso ponerse de nuevo los auriculares, una vocecita le detuvo en el acto.

—YooChun-ah me ignora...

— ¿Eh?

—Que YooChun-ah me ignora.

Sonrió dispuesto a disfrutar lo que venia. Los ataques de infantil capricho de YunHo eran adorables, y divertidos.

— ¿Así?, y ¿por qué?

Colocó toda su atención en aquel rostro, que lo miraba entre pasivo y hermoso. Ocultando al niño que aún habitaba dentro, saliendo sólo cuando la situación le convenía.

—Porque no me presta atención.

Rio mentalmente, recordando que en esos casos sus preguntas debían ser más precisas.

— ¿Y eso por qué es?

—Pues porque si.

El tono en YunHo era el de un perfecto niño mimado al que le han quitado su juguete.

¿Juguete?, bueno...YooChun no era del todo un juguete.

—Quizá ha estado algo ocupado—acercó su mano para acariciar la linda tez de YunHo.

—No, no es cierto—agitó el rostro, alejando la mano de YooChun—yo lo sé.

El menor la iba a tener difícil.

— ¿Cómo lo sabes?

—Él se encierra, a pesar de que tenemos días de descanso lo hace. Y me olvida...

Sus dedos buscaron acariciar los labios suaves y rosas de YunHo. Adorable. Agradable al tacto.

—Pues dile que ya no lo haga.

—No puedo.

— ¿Por qué no?

—Porque él ama encerrarse.

Y casi quiso tirársele encima y comérselo a besos, ¡es que era insoportable!, ya lo quería, ya.

— ¿Y eso qué?

—Pues que yo lo amo a él, entonces debo amar lo que él ama hacer.

Los ojos de YooChun vibraron de emoción. YunHo lo comprendía y a pesar de que cómo decía se sentía solo, respetaba las cosas que le gustaba hacer y las aceptaba.

—Porque no...le digo lo que me has dicho a mí, ¿crees que servirá?

Los negros y perfectos hoyuelos de YunHo brillaron

— ¿Harías eso por mi?

—Eso y más.

YooChun sonrió, y el otro se levantó para besar esa sonrisa.

—Gracias Micky, juro que te lo recompensare luego. Dile a YooChun ¿si?, lo espero en la sala—acarició la frente y comenzó a alejarse.

—Hey, deberías de dejar de serle infiel a YooChun—recibió una demostración de lengua ajena a modo de respuesta—yo digo...

Y la puerta sonó para dejarlo solo y encerrado de nuevo.

—Vaya...—se sobó las sienes, YunHo en cierto modo lo relajaba pero su trabajo era muy absorbente—bueno Micky...—se quitó los lentes negros y caros que lo convertían en el famoso escritor que era—es hora de ser YooChun.

Para después seguir a YunHo y encontrarlo lo antes posible.

Una cita, el cine...

Si, definitivamente era mucho mejor ser YooChun que Micky.

Si eso significaba tener a YunHo.

Aquí Chunnie es el seme, lo aclaro por si no lo notaron.

LOL♥